Madrid, 8 de junio.

El presidente de México, Enrique Peña Nieto, inicia este lunes una visita de Estado a España, que estará marcada por dos hechos: será la última donde el rey Juan Carlos –quien abdicó en favor de su hijo Felipe– será anfitrión y, además, por el interés de los empresarios españoles por conocer de primera mano los detalles de las reformas estructurales, sobre todo la energética.

Al igual que en Portugal, la agenda del mandatario tendrá un interés económico y empresarial, aunque también sostendrá encuentros con los principales dirigentes políticos del país y será invitado a una sesión en el Congreso de los Diputados.

Al margen de las reuniones de comisiones ministeriales y de los acuerdos a la espera de rúbrica, la visita de Peña Nieto será histórica por una cuestión ajena al contenido mismo de la agenda bilateral. El rey Juan Carlos anunció su abdicación el pasado 2 de junio, con lo que ya está en marcha el proceso parlamentario y jurídico que hará efectiva la decisión y que coronará como nuevo monarca español a Felipe VI, el próximo 19 de junio.

El retiro del rey Juan Carlos ha hecho que las recepciones que se celebrarán en el Palacio del Pardo en honor del presidente de México generen más expectación de la habitual, sobre todo por escuchar el que será el último discurso de este tipo del monarca, tras 39 años de reinado.

Aunque no se ha confirmado aún, en las recepciones oficiales a mandatarios extranjeros en el Palacio del Pardo suelen acudir los príncipes de Asturias, Felipe y Letizia, con quienes el presidente Peña Nieto no tiene ningún encuentro programado, según consta en la agenda oficial divulgada por la oficina de Los Pinos.

En la anterior visita de Estado de un presidente mexicano a España –en 2008–, Felipe Calderón recibió un trato parecido al que ahora se le ofrecerá a Peña Nieto, incluido el hospedaje en el Palacio del Pardo.

El mandatario mexicano también será recibido por el presidente del gobierno, Mariano Rajoy, con el que firmará varios acuerdos y un plan estratégico para fortalecer las relaciones bilaterales en los próximos años.

Peña Nieto vino a España como presidente electo. Hoy regresa como jefe del Ejecutivo, con el objetivo de difundir las reformas estructurales aprobadas durante su mandato. El interés de los empresarios españoles en estos temas ha adquirido más importancia a raíz de la situación económica y social que vive España a raíz de la crisis económica de 2009.

El país ibérico vive una situación de fragilidad y debilidad económica, además de sufrir una caída generalizada en todos los indicadores de bienestar. Por ejemplo, hay cerca de 6 millones de desempleados, alrededor del 26 por ciento de la población activa.

La debilidad de la economía española también se ha hecho notar en que por primera vez en una década la balanza comercial entre México y España es favorable a nuestro país, que en 2013 logró una cifra positiva por cuarto año consecutivo.

Peña Nieto también llegará a España una vez que se ha dado por zanjado el enfrentamiento abierto entre Petróleos Mexicanos (Pemex) y la dirección gestora de la petrolera española Repsol, en la que hasta hace sólo una semana y media la paraestatal mexicana tenía 9.4 por ciento de sus acciones.

Según el programa, a las 10 de la mañana, tiempo de España, en el propio Palacio del Pardo –donde de hospeda– será la ceremonia de bienvenida por parte del rey Juan Carlos I y la reina Sofía.

Ahí tendrá lugar la ceremonia protocolaria para estas ocasiones, y una conversación privada entre las dos parejas –al presidente Peña Nietp lo acompañará su esposa Angélica Rivera. Se despedirá y enseguida el jefe del Ejecutivo participará en un encuentro con empresarios, organizado por un grupo editorial.

Más tarde se volverá a reunir con los monarcas en el Palacio de la Zarzuela, para un almuerzo, y por la tarde se reunirá con el líder del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Alfredo Pérez Rubalcaba.