El Frente por la Comunicación Democrática, en el que participan legisladores, especialistas, artistas y representantes de organizaciones sociales, exigió que la legislación secundaria en telecomunicaciones se apegue a la Constitución y el debate en el Senado se lleve a cabo de forma pública y transparente.

El senador panista Javier Corral, uno de los impulsores de ese frente, dijo que no permitirán negociaciones en lo oscurito, ni del PRI ni del PAN, y advirtió que al igual que las leyes sobre energéticos, la de telecomunicaciones no debe dictaminarse durante el Mundial de Futbol.

Se trata, consideró, de “un entramado manipulador por parte de Televisa y el gobierno federal, que pretenden que pasen de noche a la sociedad los cambios que buscan imponer.

“Quieren que la ley de telecomunicaciones se vote durante el Mundial por la distracción social que conlleva. Mediante una treta planean tener a los mexicanos frente al televisor; y no se trata sólo de 90 minutos por partido, sino horas y horas, viendo los juegos, las repeticiones, lo mejor de las jugadas, los mejores goles. Una y otra vez. Luego, los programas de comentarios sobre los encuentros de fútbol que pasaron en el día.

El gobierno de Peña Nieto y sus cómplices en el Senado quieren a los mexicanos disfrutando su mexicana alegría, o su pesar por las derrotas, en todos lados, menos atentos al debate parlamentario que resuelve cosas trascendentales en la vida del país, como el destino de dos bienes de la nación para unos cuantos: el espectro radioeléctrico y los hidrocarburos.

Detalló que el lunes, cuando se reunirá el grupo parlamentario del PAN para analizar su postura en torno a las leyes secundarias de esos temas, insistirá en que el proyecto de dictamen que presentó el senador Javier Lozano, el cual retoma la iniciativa de Peña Nieto, debe ser modificado a fondo, sobre todo porque se traiciona el principal objetivo de la reforma, que fue la desconcentración de medios, partir los monopolios e imponer reglas a la propiedad cruzada entre las empresas de radio, televisión y telefonía.

En el proyecto presidencial, que Lozano retomó, se deja intacto al duopolio televisivo; se debilita a los medios públicos, indígenas y comunitarios; aumenta las facultades de la Secretaría de Gobernación e intenta menoscabar los derechos fundamentales, como la libertad de expresión, la privacidad y el control de las ideas mendiante la censura, puntos que deben modificarse.