l presidente del comité ejecutivo municipal de Morena en Naucalpan, Jorge Roldán Ahuayo, envió una carta relacionada con las dos preguntas que aquí se han presentado respecto de los anuncios de candidaturas a cargos de elección popular hechos por Andrés Manuel López Obrador, sin que exista constancia de que órganos colectivos hayan deliberado y decidido tales postulaciones. ‘‘¿Dedazos o asambleas?’’, se sintetizaba en este espacio sobre esos peculiares procesos de ‘‘destape’’ en Campeche en favor de Layda Sansores, en marzo recién pasado, y de María de la Luz Núñez para Michoacán y Yeidckol Polevnsky para Naucalpan, en días recientes.

En lo sustancial, el dirigente Roldán Ahuayo plantea: ‘‘Con toda atención me permito hacer del conocimiento del C. julio (sic) Hernández López que en Morena Naucalpan, como en el resto del país, nuestra política interna nos permite colocar a nuestros compañeros, de acuerdo a la aceptación con que cuentan por su desempeño, en puestos representativos y de dirección por áreas; tal es el caso de la compañera Yeidckol Polevnsky, quien ha sido nombrada en la correspondiente Reunión Ampliada, como COORDINADORA en Naucalpan del grupo de trabajo ‘‘POR LA SOBERANÍA NACIONAL’’ (mayúsculas en el original, nota del Astillero), hecho que le otorga la posibilidad de ser candidata, en su momento, a la Presidencia Municipal’’.

El dirigente de Morena en Naucalpan confirma que no hubo asamblea formal, sino una ‘‘reunión ampliada’’, signifique esto lo que signifique, ni consulta, discusión o sustento para que alguien informara a la prensa nacional que ya se tenía candidata a la presidencia municipal de ese importante municipio mexiquense. En realidad, hubo la ‘‘colocación’’ casi administrativa de Polevnsky en un cargo estratégicamente favorecedor de su ‘‘posibilidad de ser candidata, en su momento’’ (una jugada grillesca, promotora de alguien para su posterior convalidación). El fundamento de esa maniobra no es democrático sino burocrático (‘‘nuestra política interna nos permite colocar’’) y de valoración restringida a las alturas directivas (‘‘de acuerdo a la aceptación con que cuentan por su desempeño’’).

El párrafo final de la carta del dirigente Roldán es de colección: ‘‘El licenciado Andrés Manuel López Obrador, intérprete puntual de los propósitos de los miembros de Morena, toma sus voces para dar a conocer sus inquietudes, lo que está lejos de ser una mal interpretada designación, no sólo antidemocrática, sino a todas luces fuera de contexto’’ (este tecleador, intérprete de boleros rancheros, prefiere guardarse sus comentarios).

Ayer mismo, el reportero Raúl Llanos Samaniego publicó en La Jornada una nota que da cuenta de la existencia de una lista de ‘‘potenciales’’ candidatos de Morena en las delegaciones del Distrito Federal. El ‘‘balazo’’ de la nota señala que ‘‘fueron propuestos a partir de sondeos’’. En su texto, Llanos menciona que, ‘‘de acuerdo con líderes de Morena en el Distrito Federal, los aspirantes fueron propuestos a partir de un sondeo en las demarcaciones, y para evitar incurrir en actos anticipados de campaña –pero sí posicionarlos ante el electorado– se les designó como enlaces o coordinadores territoriales, cuya tarea fundamental será reunir las 600 mil firmas que deberá aportar la ciudad de México para llegar a la meta de dos millones para respaldar la exigencia de una consulta sobre la reforma petrolera y el rechazo a la privatización del sector energético’’.

Especial atención merece el hecho de que se mezclen los procesos internos de un partido, afiliaciones y proselitismo, con la bandera engañosa de la consulta popular sobre la reforma energética a celebrarse en 2015, si es que quienes están en el poder federal permiten ese ejercicio manipulable, ya cuando EPN haya firmado contratos con poderosas firmas extranjeras que si sufrieran un revés en la mencionada consulta recurrirán a tribunales internacionales. PRD y Morena no van juntos en la recolección de firmas, pues cada cual desea aprovechar para sí esas posibilidades electorales.

Es posible que la tragedia de la guardería sonorense ABC haya significado el punto más bajo de la conciencia cívica hasta esas fechas y el arranque de un pasmo colectivo que desde entonces ha ido permitiendo agravios similares e incluso peores. La muerte de 49 niños en condiciones trágicas, en medio de guerras político-electorales y con evidencias de corrupción, favoritismo y protección entre familiares, funcionarios y allegados tanto del entonces gobernador sonorense, el priísta Eduardo Bours, como del entonces ocupante de Los Pinos, el panista Felipe Calderón, no fue motivo suficiente para levantar una oleada implacable de indignación ciudadana que exigiera y consiguiera investigaciones confiables y castigo a los personajes de élite involucrados en dicha desgracia.

Hoy, a cinco años de aquellas muertes, no hay un solo responsable verdadero que esté en la cárcel. El episodio terminó beneficiando electoralmente al PAN, que estaba en gran desventaja rumbo a los comicios en puerta. El gobernador Guillermo Padrés (con el afecto de Manlio Fabio Beltrones, confrontado política y personalmente con el multimillonario Bours) pudo levantarse de la lona y ganar unas elecciones que le otorgaron un poder que utilizó para confrontarse con buena parte de los sonorenses, favorecer a las élites de siempre y ejecutar políticas contrarias al interés popular.

Y, mientras celebramos que el tarahumara Silvino Cubésare (37 años, de Munerachi, Batopilas, Chihuahua) haya ganado con sus huaraches de llanta el primer lugar en la categoría senior de un ultramaratón de 154 kilómetros realizado durante tres días en las sierras de Alcaraz y Segura, en Albacete, España, y que haya quedado en segundo lugar general (frente a competidores más jóvenes que él), a tres segundos del vencedor (http://bit.ly/1mUn5xx), ¡hasta mañana, viendo a las delegadas PRD-bejaranistas en Magdalena Contreras y Tlalpan, Leticia Quezada y Maricela Contreras, respectivamente, tomarse una autofotografía junto a Enrique Peña Nieto (http://bit.ly/1kyZLXL)!

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