Bruselas, 4 de junio.

El Grupo de los Siete países más industrializados del mundo (G-7) pidió hoy a Rusia que cese la desestabilización de Ucrania y le advirtió de un incremento de las penalidades si la situación lo demanda. Estamos dispuestos a reforzar las sanciones puntuales y a aprobar medidas adicionales y restrictivas de relevancia para elevar el precio que tenga que pagar Rusia en caso de que la situación así lo exija, indicó.

Las acciones para desestabilizar el este de Ucrania son inaceptables y deben cesar, indicó el G-7 al término de su reunión en Bruselas, y en el que pide además a Moscú que frene el flujo de armas y militantes a través de su frontera.

En su comunicado final, el G-7, integrado por Estados Unidos, Canadá, Gran Bretaña, Alemania, Francia, Italia y Japón, exhortó también a Rusia –excluida en esta ocasión del cónclave– a reconocer el resultado de las elecciones del 25 de mayo en Ucrania.

Al término del encuentro, la canciller federal alemana Angela Merkel demandó a Moscú la cooperación con el presidente electo de Ucrania, Petro Poroshenko, y alcanzar un acuerdo sobre el gas.

Previamente, en Polonia, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, indicó que la democracia polaca, que cumple 25 años, es un modelo a seguir por Ucrania y advirtió a Rusia que el mundo libre está unido contra las tácticas oscuras que violan la soberanía ucrania.

Obama, que participó en la conmemoración por el aniversario de la democracia polaca, se reunió en Varsovia con Poroshenko, a quien otorgó su respaldo al ofrecerle seguridad y ayuda financiera para las fuerzas armadas, así como equipo que pueda apoyar en los combates contra los insurgentes.

Poroshenko dijo que trabaja en un plan para la resolución pacífica de la crisis en el este de Ucrania, que incluye una amplia amnistía y elecciones de autoridades locales.

En una entrevista con Radio Europe 1 y el canal TF1 de Francia, el presidente ruso, Vladimir Putin, respondió a las críticas de Estados Unidos, que lo acusa de apoyar a los separatistas de Ucrania del este, y no descartó un encuentro con Poroshenko el próximo viernes en Francia, en el contexto de las celebraciones por los 70 años del desembarco en Normandía.

En el este de Ucrania, en tanto, insurgentes pro rusos capturaron tres bases del gobierno. Fuerzas de la Guardia Nacional se quedaron sin municiones y tuvieron que huir de su base cerca de la ciudad de Lugansk después de horas de batalla en la que murieron seis rebeldes y tres soldados resultaron heridos.

La derrota ocurrió mientras fuerzas rebeldes tomaban el control de un cuartel de guardia fronteriza en las afueras de la ciudad, después de asediarlo durante dos días. .

En Slavyansk, región de Donietsk, el alcalde popular Vyacheslav Ponomariov comunicó el derribo de otras dos naves de la fuerza aérea de Ucrania, mientras el gobierno de Kiev dijo que más de 300 rebeldes han sido abatidos en las pasadas 24 horas en la operación antiterrorista centrada del poblado de Slaviansk. Los rebeldes negaron la afirmación y dijeron que las pérdidas por el lado ucranio son mayores a las suyas.