Madrid, 4 de junio.

Al continuar el llamado popular a un referendo que defina si España se mantiene como monarquía o se transforma en república, un municipio gallego aprobó una moción en la que se exige al gobierno español la realización de la consulta popular.

En decenas de palacios municipales de distintas localidades del país ondearon banderas republicanas el pasado lunes, cuando se anunció la abdicación del rey Juan Carlos en favor de su hijo, el príncipe Felipe. Más aún, para el próximo sábado se ha convocado a una gran manifestación en favor del referendo.

En la pequeña localidad gallega de Teo se encuentra el primer ayuntamiento que adopta la medida de reclamar el derecho de sus ciudadanos a pronunciarse en un referendo si desean vivir en una monarquía o en una república, por lo que se prevé que en los próximos días se sumen otras mociones en este sentido.

Teo, de unos 25 mil habitantes, aprobó una moción de urgencia en la que insta a las instituciones del país a dar los pasos necesarios para celebrar una consulta ciudadana sobre el modelo político del país.

El municipio, gobernado por la fuerza nacionalista gallega Anova, solicita al presidente del gobierno, Mariano Rajoy, organizar un plebiscito en el que ciudadanos y ciudadanas puedan decidir, en los próximos meses, la forma de organización del Estado, más concretamente, sobre la monarquía parlamentaria consagrada en la Constitución de 1978.

La moción de Teo plantea que se inicie un proceso constituyente que regule la forma de organización política y territorial, salvaguardando el derecho a decidir de las personas y los pueblos.

El máximo líder de Anova, el histórico dirigente del independentismo gallego Xose Manuel Beiras, advirtió que el cambio de un Borbón por otro supone un golpe de mano orquestado por los partidos del régimen, por lo que reiteró su exigencia firme de la apertura de un proceso constituyente.

Beiras argumentó: tres de cada cuatro ciudadanos que hoy tienen menos de 75 años tuvieron que asumir una forma de organización política del Estado decidida por otros, en un proceso de transición heredado del franquismo y tutelado militarmente. Queremos decidir y tenemos derecho a decidir cómo nos organizamos políticamente.

El ex juez español Baltasar Garzón es otra de las voces en favor de convocar a un referendo sobre la continuidad de la monarquía. Desde la patagónica ciudad de Neuquén, Argentina, en declaraciones difundidas por la agencia Télam, afirmó: vivimos en un país democrático en el que la democracia está sentada, la monarquía fue dictada en su momento por el dictador (Francisco Franco) y, por lo tanto, éste es el momento para que el pueblo español se pronuncie a favor o en contra.

Garzón, abierto republicano, agregó que el pueblo español ha sufrido demasiadas negaciones desde el final de la dictadura para mostrar su opinión sobre cómo debe ser la forma de gobierno.

En este contexto, los medios publicaron la noticia de que una tía de la princesa Letizia, futura reina de España, se unió a las voces que exigen la celebración de un referendo para exigir el fin de la monarquía.

Henar Ortiz, hermana del padre de la futura reina publicó en su cuenta de Twitter: el rey abdica, es hora de que hable la ciudadanía. Yo soy demócrata. La esposa del príncipe heredero está peleada con buena parte de su familia, tema de lo que ha dado cuenta la prensa del corazón en el país.

Asimismo, otro aparente efecto del anuncio de la abdicación fue la censura y despido de Ana Romero, corresponsal diplomática y experta en la casa real del diario El Mundo. Romero incluyó en una de sus crónicas que la aristócrata de origen danés Corinna zu Seyn Wittgenstein era la amiga íntima del rey Juan Carlos, algo que se ventiló en 2012, cuando el monarca se accidentó durante su viaje de cacería de elefantes en Botsuana.

Dos colegas de Romero, María Ramírez –hija del ex director del rotativo Pedro J. Ramírez– y su marido, Eduardo Suárez, denunciaron públicamente: censurar una crónica es un sinsentido. ¿Hay alguien que no sepa que Corinna fue la amante del rey? y en otro mensaje advirtieron: un periodista debe poder recordar a sus lectores quién es Corinna. Quien no le deja hacerlo vulnera la libertad de expresión.