Existe una deficiencia en el sistema educativo en cuanto a la lectura y el fomento a este hábito, lo sabemos y por eso tratamos de complementarlo con programas que no sólo acercan a los niños a los libros, sino que ayudan a crear un lector reflexivo y crítico, señala Jorge Pérez Grovás, director de comunicación de la asociación civil Cuenta con Nosotros, que desde 2009 trabaja en escuelas, hospitales y hospicios de varios estados.

Esa organización, sin fines de lucro, capacita capacitadores y funciona mediante donativos. Hasta el momento han trabajado con unos cien mil niños en Chiapas, Querétaro, Baja California, Puebla, Jalisco (ahí laboran en el Hospicio Cabañas), y en el Distrito Federal.

En total son 400 escuelas, además de los hospitales y el hospicio, con la labor de 4 mil voluntarios, entre ellos profesores y padres de familia.

El trabajo en las escuelas comienza con la recuperación de las bibliotecas de cada plantel, a las que se va sumando nuevo acervo. Son dos horas a la semana en la que los niños eligen qué leer y después participan en las discusiones.

Tratamos de complementar algo que sabemos que es una deficiencia; obviamente somos un país con pocos lectores, sabemos que nuestros niños tienen deficiencias en español, en matemáticas, pero también sabemos que no podemos salirnos de sistema, señala Pérez Grovás.

“Inicialmente la manera de incidir es desde las escuelas, participar en los planteles, fomentar la lectura de una manera diferente a lo que se ha hecho.

Un problema del sistema educativo, en general y no sólo en México, es el tema de la memorización, de cómo se abordan el aprendizaje y el conocimiento. Desafortunadamente no es el más adecuado, sin embargo creo que podemos dar elementos extracurriculares, que es lo que hace atractivo un poco que los niños le entren a la lectura desde el punto de vista lúdico.

Enseñar a entender el texto

En Cuenta con Nosotros entendemos que la lectura también es divertida, que puede ser divertida. Probablemente uno de los errores en los sistemas educativos mundiales es que solamente enseñan a decodificar el texto, a leer y escribir en términos generales pero no enseñan a entender, a compenetrarse en el texto y los personajes y menos a despertar el gusto por la lectura porque se vuelve una obligación, no una diversión, entonces hay algo que lo repele.

Al tratarlo como algo divertido eso lleva al conocimiento. No están desvinculados, entonces obviamente lo que queremos es formar lectores que tengan un pensamiento informado a partir de la lectura, que sean capaces de reflexionar sobre lo que leen y que valoren la diversidad en que se encuentran.

Por eso uno de los objetivos paralelos de nuestra organización es contribuir a la restauración del tejido social, y la lectura es uno de los elementos que ha inventado el ser humano más interesantes y dinámicos para lograrlo.

La forma de trabajar es distinta en las escuelas, los hospitales y el hospicio, ya que en los dos últimos la lectura sirve como acompañamiento a los niños enfermos o en procesos difíciles de abandono y orfandad. Es importante porque los niños aprecian mucho el contacto humano, que alguien vaya y les lea, el intercambio de libros. La lectura a un niño enfermo es más íntima, es un poco más de acompañamiento, de buscar ese consuelo.

Una forma de medir los resultados es con bitácoras que son las que nos permiten cuantificar y conocer el desarrollo del programa, a través de preguntas simples. Les preguntamos a cuántos les gusta leer, cuántos leen libros por su cuenta, si leen en casa; también si han ido a comprar algún libro, que ese es el porcentaje más bajo y eso nos habla de las carencias económicas que vivimos como país.

Para participar en el proyecto, como voluntario o donador, así como para mayores informes acerca de la presentación que tendrán este miércoles en Santa Fe para recabar fondos, se puede consultar la página electrónica.