Los empresarios del país son los jugadores que necesita México para competir, crecer y triunfar, aseguró el presidente Enrique Peña Nieto, quien les anunció seis medidas de estímulo al crecimiento de sus negocios y reiteró las grandes coincidencias entre los planteamientos del sector privado y el Plan Nacional de Desarrollo.

Con la camiseta de México bien puesta, juguemos en equipo y ganemos como nación, exhortó el mandatario, aunque no aludió a las inconformidades formuladas por los hombres de negocios por el contenido de la reforma fiscal.

Con los integrantes del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) repartió elogios a los cambios impulsados –al cumplirse prácticamente el primer cuarto de su mandato– en materias educativa, de telecomunicaciones y de competencias económica, política y energética.

Sólo ubicó las modificaciones en materia de finanzas públicas como necesarias para desarrollar infraestructura.

No obstante, el jefe del Ejecutivo convino en que por su amplitud, profundidad, complejidad e incluso la velocidad de su aprobación, quizá aún no se dimensiona plenamente el impacto positivo de las reformas.

En este contexto, el mandatario anunció medidas específicas de apoyo al crecimiento, como reducir el impacto adverso a los empresarios en la restricción de uso de dólares en efectivo en la frontera, facilitar el comercio y eliminar barreras a la exportación, diseñar mecanismos adicionales de apoyo a las micro y pequeñas empresas, modernizar reglas de operación de los programas sociales para que sean más simples y cuenten con un fuerte componente de fomento a la productividad, reducir los tiempos entre la adjudicación de una obra y el inicio de su construcción, así como tomar medidas de política pública para dar un contenido nacional relevante en materia de hidrocarburos, gas y electricidad.

Antes de los discursos y luego de la proyección de un video donde el CCE se retrató a sí mismo en sus orígenes y propósitos, Peña Nieto tomó protesta para un nuevo periodo al presidente del organismo, Gerardo Gutiérrez Candiani, y entregó reconocimientos a ex líderes –o sus descendientes– del consejo; a él mismo los empresarios le entregaron una distinción por su compromiso con la modernización económica de México.

Al almuerzo se presentaron lo mismo integrantes del gabinete presidencial, incluido el titular de Hacienda, Luis Videgaray, que gobernadores, diputados, senadores y titulares de organismos, como Lorenzo Córdova, del Instituto Nacional Electoral (INE).

En ese contexto, Peña Nieto reiteró su disposición al diálogo con el sector empresarial; mencionó el monto de 7.7 billones de pesos considerado en el Programa Nacional de Infraestructura, así como las oportunidades para el sector privado en el área energética, porque “habrá mayor explotación en aguas profundas e instalaciones para explotar gas shale de este lado de la frontera, (y) está proyectada la construcción de extensos gasoductos (...) lo mismo que modernas hidroeléctricas y centrales de energías renovables y limpias”.

En suma, dijo, las reformas y los planes de infraestructura constituyen una cancha moderna, pareja y con reglas claras, pero al mismo tiempo se requiere que los jugadores tomen la cancha y salgan a ganar.

Aseguró que el gobierno de la República tiene claro que quien crea los empleos, hace las inversiones e impulsa el crecimiento es, precisamente, el sector privado.