Siempre tiene que pensar en la forma de ayudar a su familia
El dinero sólo lo veo para ayudar a los míos, dice el atacante camerunés
Sábado 31 de mayo de 2014, p. a15
El camerunés Achille Emana lo tiene muy claro: la ventaja del futbolista africano radica en lo mental y no en lo físico.
“En Europa hay comida y en África no. Entonces en lo físico ellos están igual o mejor que nosotros. Todo mundo piensa que el africano es fuerte por eso, pero debe serlo por lo mental: Siempre tiene que mantener la mentalidad de ayudar a su familia.
Por eso debe tener hambre y más hambre y nunca olvidar de dónde viene
, plantea el mediocampista de Cruz Azul, quien predica con el ejemplo, ya que es el jefe de una tribu en Yaundé, a la que sigue ayudando a pesar de que el futbol lo ha llevado por Francia, España, Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos y México.
“Ser futbolista africano tiene sus ventajas. En Europa los niños están bien, viven con sus familias, tienen todo: casa, cuenta en el banco, coche a los 18 años. En cambio el africano no tiene cuenta, ni coche, ni nada y su lucha tiene que ser al doble.
Aunque ya esté en un gran equipo, el africano siempre debe mantener el hambre
, dice Emana, quien se hizo cargo de la tribu de su pueblo natal porque era el hijo mayor cuando murió su papá y él heredó la responsabilidad.
Además de mantener un buen nivel en el terreno de juego, destaca que el africano también debe ser muy inteligente
para no marearse con todo lo que rodea al balompié de primer mundo, para no perderse con todo lo que le llega, la fama, el dinero, las mujeres, el alcohol, las frases materiales
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En entrevista con La Jornada, resalta: “Por eso mi frase siempre ha sido: ‘yo soy el amo de mi destino y capitán de mi alma’. Sólo yo puedo preservarme arriba o perderme”.
Puntualiza que en el Distrito Federal, como lo ha hecho en las otras ciudades donde ha vivido, me mantengo centrado al quedarme en casa y no ir a discotecas, que es algo que no me ayuda en nada. Y el dinero sólo lo veo como un medio para ayudar a los míos
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En Europa, a los 14 años
Achille Emana Edzinbi (Yaundé, Camerún, 5 de junio de 1982) salió de su país a los 14 años por pura casualidad y sin permiso de su madre.
En ese entonces era difícil salir, no podían hacerlo muchos niños africanos, el futbol no era nada en África. Yo tuve suerte. El Valencia fue a buscar a otro jugador en un partido en Camerún. Yo no sabía que habían ido a ver a otro, pero me ofrecieron irme y pensé que era una broma
, recuerda.
Emana aceptó la oferta porque quería disfrutar, conocer, era una oportunidad y no me dio miedo. Además, tenía toda la seguridad de que me iba a ir bien porque el promotor era el mejor amigo de mi padre, así que no podía tratarme mal. A mi mamá le avisé hasta que estaba en Valencia
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En efecto, le fue bien. Tuvo problemas migratorios para quedarse en España, pero lo llevaron a las divisiones inferiores del Toulouse, donde debutó y se consolidó, y luego fue contratado por el Betis, club que sus aficionados aún lo recuerdan con cariño.
Después el futbol lo llevó a Arabia Saudita y a los Emiratos Árabes Unidos, países en los que creyó estar en una realidad virtual.
“Vivir en el Emirato es muy distinto a todo, a África, Europa, México. Es como estar en el play station. En Arabia un jugador de 14 años ya anda en un Porsche, así que qué más puede necesitar, qué más puede desear. También tenía como 10 zapatillas Nike. Yo andaba, por puro gusto, en un FIAT Panda. En Dubai todo es de un lujo increíble”, evoca.
A él le fue bien, pero resalta que en la actualidad muchos niños africanos son abandonados en Europa. Por ejemplo, en la película Diamantes Negros, el director Miguel Alcantud denuncia que hay más de 20 mil niños y jóvenes africanos y latinoamericanos, en lo que llama una nueva forma de esclavitud.
Ahora ya todo es distinto a cuando yo salí. Ya hay muchos centros de formación donde los buscan desde pequeños. Sé que hay muchos casos de niños africanos que se los llevan y los abandonan, terminan en la calle. Yo supe de un camerunés que le prometieron todo, pero lo dejaron tirado, vivió casi un año conmigo. Tuve la oportunidad de ayudar y lo hice
, dice sin querer profundizar en el tema.
Una nueva aventura
Emana, apodado la Pantera de Yaundé, aceptó venir al Cruz Azul porque su representante le dijo que se trataba de uno de los principales equipos de México y por referencias de Mariano Pavone y Amaranto Perea, a quienes había conocido en el futbol español.
Vine aquí porque es una nueva aventura y fue como volver a vivir esta sensación del futbol real, dejar atrás todo eso de Arabia. Creo que el nivel es bueno, rápido, gran parte de los jugadores podrían estar en Europa
, dice el camerunés, quien este torneo no tuvo mucha actividad con los Cementeros y eso le costó no ser incluido en su selección para el Mundial de Brasil.
El mediocampista, quien participó en Sudáfrica 2010, tenía la esperanza de ser llamado para Brasil, porque un Mundial es más que un premio, es la recompensa de una carrera y defender los colores de tu país
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Sobre el duelo ante el Tri, comentó: Jugar contra México será como enfrentar el América
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