Plantea Cepal crear una política industrial
Casi una característica, el bajo crecimiento de México
Viernes 30 de mayo de 2014, p. 23
El bajo crecimiento económico es ya casi una de las características de México, afirmó Willy Zapata, jefe de la Unidad de Desarrollo Económico de la sede regional de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
Al participar en la presentación de un estudio sobre la necesidad de insertar un nuevo incentivo fiscal a la inversión empresarial, el funcionario señaló que es difícil entender cómo la economía mexicana, que cuenta con amplios recursos naturales, capital humano preparado y acceso a la tecnología, crece a tasas por debajo del promedio de los países de la región y a un ritmo lento por una ya larga temporada.
Entonces qué hacer para cambiar esta situación, se preguntó.
La respuesta a esa pregunta, dijo, tiene que ver con el marco de una política industrial específica encaminada a orientar el crecimiento económico del país y a promover la generación de empleos, que hasta ahora ha sido un asunto que parece no tener eco en los planteamientos gubernamentales. Se ha dicho, con razón, que en México ha habido un incremento importante de las exportaciones en las últimas dos décadas, pero esto no se refleja en un mayor incremento económico. Entonces, volvió a preguntarse: ¿Estamos o no estamos pensando en elevar el crecimiento económico?
Las reformas funcionan y van a funcionar, pero tiene que ser en el marco de una política industrial encaminada a impulsar un mayor crecimiento y generación de empleos, planteó el especialista de la Cepal, quien consideró que en términos de recaudación la reforma tributaria será modesta, si se considera que en México la captación de impuestos representa alrededor de 10 por ciento del producto interno bruto (PIB) y se estima elevarla un punto más con ella.
Eliminación de deducciones
Por su parte, la especialista Liliana Alvarado, coordinadora de la investigación Los incentivos fiscales a la inversión y su impacto en la competitividad de México, expuso que la eliminación de la deducción inmediata de las inversiones en activos fijos (Diiaf) que estuvo vigente de 2002 hasta 2013, ha limitado las opciones de los empresarios en cuanto a incentivos fiscales
, y deja al país en desventaja frente a otros que aplican medidas específicas para incentivar la inversión en obras, maquinaria y equipo para la producción, entre otras, la deducción lineal, acelerada e inmediata a la inversión en activos fijos.
La Diiaf fue eliminada como parte de la reforma fiscal de 2013 y no faltaron razones para que así fuera, explicó, pues su costo superó por mucho los beneficios generados
, ya que la investigación encontró que de 2002 a 2013 el gobierno federal dejó de percibir 306 mil millones de pesos por la aplicación de este incentivo fiscal. Esa cantidad fue equivalente a 55 veces el gasto en infraestructura en salud en el mismo lapso.
Además, apuntó la especialista, durante su existencia dicha deducción no fue un instrumento eficaz para promover la inversión en activos fijos de las empresas y tampoco su productividad
.
Pero ambos hallazgos, precisó, no anulan la necesidad e importancia de que las empresas en México cuenten con un incentivo fiscal con otro diseño que reúna cuatro condiciones para garantizar el cumplimiento de sus objetivos: estar focalizado a sectores estratégicos, dirigido a los activos fijos que comprendan a ese sector, que no tenga limitaciones geográficas y que los gastos fiscales en que se incurran tengan una fecha de caducidad cumplida a la cual se deberán evaluar los resultados de su aplicación.