Las condiciones de miseria que enfrentan las familias campesinas de las comunidades más alejadas de las ciudades obliga a muchas madres a abandonar el cuidado de sus hijos para sumarse a todo tipo de labores. Además, si las madres son adolescentes ven a sus hijos casi como un juguete, afirmaron promotoras de educación inicial del Consejo Nacional de Fomento Educativo (Conafe).

Originarias de Oaxaca y Tamaulipas, las promotoras destacaron que la violencia y la migración son factores de un mayor deterioro de la convivencia en los hogares, porque muchas veces los padres se van y dejan solos a sus hijos y esposas. Y ahí es donde suele haber más violencia y abandono con los niños.

Tras recibir su certificado en competencias laborales en la sede de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Ana Pérez, de la comunidad de La Oscurana, municipio de Santa María Tonameca, Oaxaca, señaló que la pobreza y el trabajo que deben asumir muchas madres alienta que el cuidado de los hijos se delegue en otros familiares, como abuelos, tíos, primos, por lo que la capacitación sobre el cuidado de la primera infancia, aseguró, debe ser para todos.

Con un apoyo de 844 pesos mensuales, aseguró que es muy poco para decir que es un salario por el servicio que prestamos, pero me gusta trabajar en mi comunidad, donde reconoce que aún impera el machismo.

“En muchas familias se impone la voz del padre. Ahí se hace lo que él dice y muchos no valoran los talleres, dicen ‘para qué vas, si eso no sirve de nada’, y las mujeres ya no llegan a las clases”.

Al concluir una ceremonia encabezada por el secretario Emilio Chuayffet Chemor y la directora general del Conafe, Alma Carolina Viggiano Austria, ésta reconoció que sólo 10 por ciento de los 10 millones de niños de hasta cuatro años que hay en México reciben educación inicial, y alertó que muchas veces, las madres son tan jóvenes que no se involucran en la crianza de sus hijos; su madre o abuela son quienes deciden.

En el acto, donde el funcionario federal anunció un incremento salarial para los promotores que logren su certificación laboral pero sin mencionar montos, María Elena Ramos, quien capacita a padres en el ejido El Saúz, municipio de Antiguo Morelos, Tamaulipas, reconoció que la violencia tiene efectos sobre los niños y sus familias.

En nuestro trabajo, afirmó, estamos ayudando a perder el miedo con la situación que estamos viviendo. Queremos impulsar nuevas generaciones y mejor formadas. No obstante, agregó que el entorno social de violencia tiene efectos en la crianza de los niños.