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Los fans de Queen y los Beatles se entregaron a la música durante dos horas, en el Auditorio

La Orquesta Juvenil Eduardo Mata dio un concierto fantástico y emocionante

Nadie ofendió o se burló del director británico Louis Clark, aclara la flautista Elena Durán

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El concierto reunió a la Orquesta Juvenil Universitaria Eduardo Mata, al Coro de las Facultades de la UNAM, a la Banda de Gaitas del Batallón de San Patricio y a DuránFoto cortesía Ocesa
 
Periódico La Jornada
Jueves 29 de mayo de 2014, p. 9

Nadie ofendió o se burló de Louis Clark, que fue la razón que trascendió como causa de que decidiera no dirigir el Concierto Sinfónico Homenaje a Queen y The Beatles, el pasado martes. Realmente, Louis no estuvo a la altura en la preparación, al igual que los que participamos en el espectáculo, en el Auditorio Nacional, expresó en entrevista la flautista Elena Durán.

El célebre director de orquesta británico no subió al pódium para dirigir a la Orquesta Juvenil Universitaria Eduardo Mata, al Coro de las Facultades de la UNAM, a la Banda de Gaitas del Batallón de San Patricio y a Durán.

Antes del martes, en el Auditorio se distribuyó un programa de mano en el que se anunciaba la intervención de Clark, quien ha hecho arreglos orquestales memorables de rock y pop. El martes se entregó un folleto casi de las mismas características, pero ya sin el nombre de Clark.

El show debe continuar... Esta máxima fue más verdadera que nunca y Durán, los directores de los coros de la Universidad Nacional, los gaiteros del Batallón de San Patricio y un director emergente, Iván López Reynoso (de 23 años de edad), cerraron filas y en poco tiempo superaron problemas.

Nunca hubo el riesgo de que no se realizara el concierto, precisó la flautista. Los directores de los seis coros estuvieron estupendos, lo mismo que los integrantes de la Orquesta Juvenil. Todo muy bien, todos llenos de ganas. Iván López hizo su mejor trabajo; es talentoso y dirigió con calidad. Yo le eché ganas para animar a los demás. Me siento como en casa y el Auditorio es un lugar muy bonito, donde uno se puede unir con el público.

Recuerdo de la pugna por el derecho a la libertad

Durante dos horas, el respetable se entregó a la música. En la primera parte, las rolas de Queen hicieron volar a los años en que Mercury y compañía hacían valer su sexualidad, pugnaban por la libertad y el derecho a ser diferentes. We are the champions, Under pressure, Somebody to love, Killer queen, Love of my life... hasta Bohemian Rhapsody, Radio Gaga y la poderosa We will rock you, provocaron que reverdecieran los prados de la mente, de tiempos aparentemente idos.

Al fin del intermedio, el público beatlemaniaco recibió su dosis melódica con Sgt. Pepper/With a little help from my friends, Eleonor Rigby, All you need is love, un popurrí con temas de los primeros discos, Blackbird, Rupert and the Frog Song, All my Loving... hasta Hey Jude, que creó un gran coro en todo el foro. El acabóse fue con Mull of kintyre, en el que brilló el sonido de las gaitas.

El encore fue un superregalo: de nuevo We will rock you.

A la salida, la gente iba silbando su melodía preferida y decía que había faltado tal y tal. El toquín fue un éxito. Los pumas presentes aprovecharon la ocasión para gritar su ¡Goya! ¿Goya! ¡Cachún, cachún, ra-ra!

Gran maestro

A un costado del recinto, en la puerta de salida, los muchachos pumas se enfilaban por la ciudad rumbo a sus casas, con el sabor del deber cumplido. Luis Ángel Prieto López, quien toca la tuba, dijo que entre la orquesta y el coro sumaron casi 300 personas, lo cual hizo que sonara espectacular. Mientras más gente, mejor. Los arreglos de Louis Clark parecen sencillos, pero a la hora de escucharlos con el coro uno se percata de que es un gran maestro. Sabe cómo dar los colores. Su currículum habla por sí sólo. Si hubiera estado Clark el concierto hubiera sido mejor, porque él hizo el concepto. Lo poco que nos aportó fue bueno. Para nosotros, como jóvenes, es importante que el director tenga energía. Clark nos dijo que esta música no tiene que ser gritada, sino salir bonita. No dirigió por motivos de salud. Sólo estuvo en un ensayo.

Ricardo (corno): “Fue un concierto fantástico y emocionante, sobre todo en el encore”.

Elena Durán agregó: “Que no haya estado Clark es una tristeza. Es mi amigo desde hace muchos años. No lo puedo creer, con toda la experiencia que hemos tenido juntos en el escenario. Él no estuvo en todos los ensayos y yo estuve en cada nota. A veces yo estaba en el camerino, y desde ahí veía y escuchaba. Su decisión de no estar fue fuerte y teníamos que lograr lo mejor para los jóvenes músicos de la UNAM, que estuvieron atentos y a veces platicaban sobre lo que pasaba.

Clark pensaba otra cosa. Yo no sé si se sentía mal. La idea original era hacer un concierto más amplio, pero él no quiso. Son cosas que pasan, pero yo debo ver hacia adelante. ¡Nunca estuvo en riesgo el concierto! Para nada. Lo que se publicó de que los muchachos se habían burlado del maestro no es cierto. El coro y la orquesta estuvieron concentrados. Clark tuvo un problema de falta de preparación, de pensar que tenía ensayos. El no tuvo el enfoque. No llegó con la preparación con que nosotros llegamos.