Jueves 29 de mayo de 2014, p. a14
Río de Janeiro. Brasil aseguró que los aficionados que vayan a la Copa del Mundo no tienen nada que temer, a pesar de la ola de huelgas y protestas que sacuden al país, mientras la FIFA alerta de una carrera contrarreloj para llegar a tiempo al torneo. El gobierno “no tiene indicios de huelgas masivas" durante el certamen, aseguró el secretario ejecutivo del ministerio de Deportes, Luis Fernandes, en una teleconferencia. Del lado de la FIFA, el secretario general, Jerome Valcke, sorprendió al criticar las obras en el estadio mundialista de Natal, inaugurado en enero, al escribir en su cuenta de Twitter: Tenemos una carrera contrarreloj, mucho que hacer aún para los fanáticos y la prensa
, junto a una foto aérea de la tribuna provisional sin sillas instaladas.