Nueva York, 27 de mayo.

El papa Francisco dijo que su plan de reunirse con algunas de las víctimas de abusos sexuales por religiosos es parte de un esfuerzo por avanzar en la campaña de tolerancia cero con cualquier miembro del clero que viole a un menor, pero el líder del grupo de víctimas en Estados Unidos minimizó el próximo encuentro y lo consideró un gesto sin sentido.

La reunión con media decena de víctimas, anunciada el lunes, es organizada por el arzobispo de Boston, el cardenal Sean O’Malley. Marcará el primer encuentro de ese tipo con el Papa argentino, quien ha sido criticado por las víctimas por no haber expresado su solidaridad con ellos, pese a que Jorge Mario Bergoglio se ha acercado a otras personas que sufren.

En este asunto tenemos que avanzar y avanzar. Tolerancia cero, dijo Francisco, quien calificó el abuso de los niños de delito horrible que traiciona a Dios. Durante el vuelo de regreso de Jerusalén a Roma, tras su viaje a Medio Oriente, Francisco dijo el lunes que la reunión y una misa en el hotel del Vaticano donde él vive se realizarán a principios del mes próximo.

La arquidiócesis de Boston indicó en un comunicado que todavía no están listos los detalles del encuentro, pero que el cardenal O’Malley espera apoyar este intento del papa Francisco en la manera que sea más útil. La arquidiócesis, agregó, espera que la reunión ocurra en los próximos meses.

O’Malley fue tuvo un papel importante en la organización de un encuentro hace seis años entre víctimas de abusos sexuales por sacerdotes y el entonces papa Benedicto XVI. En abril de 2008 Joseph Ratzinger y O’Malley se reunieron durante unos 25 minutos con unas cinco víctimas, todos adultos de la arquidiócesis de O’Malley que fueron agredidos sexualmente cuando eran menores de edad.

David Clohessy, director ejecutivo del principal grupo de víctimas de abuso sexual a manos de religiosos en Estados Unidos (Survivors Network of Those Abused by Priests, SNAP por sus siglas), subestimó el encuentro, al decir que el papa Francisco ha demostrado capacidad para aplicar cambios reales en otras áreas, como el gobierno de la Iglesia y sus finanzas, pero no para hacer frente a los abusos sexuales de clérigos católicos.

La verdad es que se trata de otro gesto, otro golpe de relaciones públicas, otra dosis de simbolismo que no mejorará la vida de niño alguno y que no significará una reforma real a la jerarquía de la Iglesia, que está abrumada por los escándalos, dijo Clohessy.

El directivo opinó que el encuentro con el Papa será sencillamente insignificante.

Sin embargo, un abogado que representa a víctimas de abuso en Estados Unidos dijo esperar que el encuentro sea sustancial y significativo y no para propósitos cosméticos.

El abogado de Boston Mitchell Garabedian declaró que reunirse directamente con las víctimas es la herramienta más poderosa que un Papa puede usar para comprender el horror del abuso de sacerdotes y el porqué hay que detenerlo y evitarlo. Agregó que debe haber más de un encuentro de este tipo.