Sábado 24 de mayo de 2014, p. 20
Nashville. El Estado decidió cómo responderá a la escasez de fármacos usados para las inyecciones letales que se aplican a condenados a muerte: la silla eléctrica. El gobernador republicano Bill Haslam firmó una ley para permitir a las autoridades electrocutar condenados a la pena capital en caso de que las prisiones no puedan obtener los fármacos usados en las inyecciones letales, las cuales se han vuelto cada vez más escasas debido a un boicot de empresas europeas que se niegan a vender esos productos. Legisladores de Tennessee aprobaron la ley para el uso de la silla eléctrica en abril, al registrarse una votación de 23-3 en el Senado y de 68-13 en la Cámara de Representantes. El pasado 29 de abril el condenado a muerte Clayton Lockett falleció 43 minutos después de que le inyectaron drogas que no habían sido probadas.