Cultura
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Un Foro más, el 36
L

legó, de nuevo, el ritual sonoro de mayo, y en esta ocasión se inauguró con un plato fuerte: la Orquesta Sinfónica Nacional bajo la dirección de José Luis Castillo, experto conocedor, practicante y divulgador de los asuntos concernientes a la música de los siglos XX y XXI. Para tal ocasión inaugural del 36 Foro Internacional de Música Nueva, el Teatro de Bellas Artes recibió una entrada buena a secas, menor de la que pudiera haberse esperado dadas las circunstancias y, sobre todo, el repertorio, que fue ecléctico y variado sin llegar a la incoherencia. Si menciono esto último es por el recuerdo de que en ediciones anteriores del Foro se han presentado algunos programas en los que la mixtura de chile, dulce y manteca musical ha resultado un tanto indigesta.

Del estadunidense Charles Halka, la obra titulada Impact. En lo general, un empleo detallista y diferenciado de la percusión no como impulso motor sino como paleta de color. Aquí y allá, fugaces fantasmas sonoros de otros tiempos, bien integrados al total de la pieza. También, un buen manejo de los contrastes, tanto dinámicos como texturales y, por momentos, una distribución de materiales sonoros basada en un asomo de estructuralismo. Después, la obra fundamental del programa, de la pluma de la sobresaliente compositora finlandesa Kaija Saariaho. L’Aile du songe es un concierto para flauta (instrumento particularmente cercano al pensamiento sonoro de Saariaho), y el solista fue Alejandro Escuer, quien se mostró en dominio pleno tanto de la materia sonora de la obra como del amplio abanico de técnicas de ejecución requeridas por la compositora. Saariaho, con la sabiduría acústica que la caracteriza, propone una orquestación de cuerdas, arpa, celesta y percusión que permite que todo lo escrito para la flauta solista se proyecte con claridad y transparencia; mucho tienen que aprender de esto numerosos compositores actuales de estas y otras latitudes. L’Aile du songe es un fascinante entramado de tensiones sucesivas que nunca se resuelven, manifestadas a través de un sutil y eficaz manejo de la paleta tímbrica disponible y, a la vez, de un discurso muy expresivo.

Tres cantos a Edurne se inscribe en el ámbito de las composiciones religiosas (más de las que uno pudiera imaginarse) del notable catálogo de Mario Lavista, al grado de que esta partitura está emparentada de cerca con su Stabat Mater. Tanto los motivos melódicos como los ámbitos armónicos son plenamente reconocibles como pertenecientes al lenguaje maduro de Lavista, lo mismo que ciertos colores orquestales muy bien ensamblados. Hay aquí una orquesta más extrovertida, menos contemplativa que en otras obras sinfónicas de Lavista, y por momentos se percibe un cierto carácter procesional en el desarrollo de este atractivo tríptico sonoro. Sin duda, una adición importante al catálogo sinfónico de Mario Lavista. En la obra Inspiration I, del japonés Shigeru Kan-No se aprovechan bien ciertos recursos instrumentales ruidistas, por así decirlo, así como el uso de las familias instrumentales por bloques para conducir un discurso caracterizado por la potencia y por el contraste de timbres. Se trata de una obra densa, rica, ciertamente sabrosa para el oído.

Como conclusión, el Sonante No. 11 de Manuel de Elías, obra de cualidades introspectivas labrada a base de un meticuloso trabajo de diferenciación instrumental, contrastada con un enérgico episodio a toda orquesta que conduce a una sección casi puntillista previa al categórico final. Después de este sólido y bien ejecutado programa, José Luis Castillo homenajeó a Manuel Enríquez (1926-1994), creador y guía tutelar del Foro, dirigiendo una aguerrida sección aleatoria de Ritual, una de las obras orquestales fundamentales del trayecto creativo del compositor jalisciense.

Oigan, melómanos asiduos: todavía queda bastante Foro; en la capital hasta el primero de junio, en Morelia hasta el día 6. Búsquenle, infórmense, vayan, escuchen, asómbrense. La programación abunda en obras e intérpretes de atractivo singular. Y recuerden: si la música nueva es poca, en el Foro se toca.