Cuando era pequeña, con mi madre y hermana, no teníamos dinero para comer
, recuerda
La diva, deslumbrante, elegante y contenida, ofreció una clase magistral
Edoardo Ponti, su hijo, la dirige en Voce Unama, cortometraje intenso y evocador con el que le hace un homenaje
Viernes 23 de mayo de 2014, p. 8
Cannes, 22 de mayo.
Unas furtivas lágrimas resbalaron por las mejillas de Sofía Loren. Se le escaparon con un suspiro al evocar muy conmovida, durante su clase magistral en Cannes, el enorme cartel donde aparece Marcello Mastroianni en aquella película que ni Sofía ni ningún cinéfilo ha podido olvidar: Matrimonio a la italiana.
Han transcurrido 50 años desde entonces. En el cartel, el nombre del director, Vittorio de Sica, completa el trío más fecundo de la comedia italiana contemporánea. Las palabras de la diva, elegante y contenida, deslumbrante en su vestido de color champagne, siguieron a los gestos: Esta película la llevo en el corazón
. Con la voz entrecortada volvió a recordar a Marcello: Mi gran amigo, mi gran amor en el cine
.
La misma emoción que suscitó la presencia de Sofia Loren, cuando por la mañana su hijo, Edoardo Ponti, le rindió homenaje al dirigirla en Voce Umana, cortometraje intenso y evocador.
La noche anterior, todo Cannes se dio cita en una cena-homenaje en la que fue recibida con una interminable ovación.
Un viaje en el tiempo con mítica actriz
Antes de empezar su clase de cine e interpretación, Loren habló en primera persona de su vida. Y el silencio se apoderó de la sala: Cuando era pequeña, con mi madre y mi hermana, no teníamos dinero ni siquiera para comer. Recuerdo mis comienzos en Roma, como una de las épocas más tristes de mi vida. No conocía a nadie. Ahí estaba mi padre, en realidad, no sé dónde estaba, porque no lo veíamos mucho
.
Después asistimos a un viaje en el tiempo por los recuerdos cinematográficos de la mítica actriz. ¡Qué mona estaba ahí!
, soltó risueña al contemplarse en La trata de blancas, de Luigi Comencini. Ninguna escuela de interpretación avaló el genio innato de Sofia Loren, que transitó con soltura entre el napolitano natal, el italiano y el francés. Al evocar los primeros pasos en la pantalla, tuvo un recuerdo muy especial para De Sica: “De Sica me dijo que en su filme El oro de Nápoles había un papel de pizzaiola que se llamaba como yo y era para mí. Yo le respondí que en las audiciones no solían elegirme a mí, porque era demasiado tímida y no se me oía”. Pero De Sica la escuchó y fue el inicio de una relación mítica en la historia del cine que los llevó a rodar juntos 14 películas inolvidables, a lo largo de 20 años.
Otro mito del celuloide, Anna Magnani, también salió a colación en la lección magistral cuando Loren explicó que rechazó el ofrecimiento de protagonizar Dos mujeres que le hizo De Sica con un altanero: ¿Por qué no se lo pides a Sofía Loren?
.
De Sica le hizo caso y Magnani le dio la oportunidad así a Sofía Loren de ganar el Óscar a la mejor actriz con dicho papel.
El repaso biográfico de esta leyenda viva del cine, que cumplirá 80 años en septiembre, tuvo también su momento de sonrojo cuando se le observó apurada al volver a ver sus pasos de flamenco en Orgullo y pasión. ¡Qué vergüenza!
, se le escapó. Y sin embargo, resultó tan delicioso verla bailar mal flamenco como disfrutar de la espléndida actuación de su rubor en Cannes.
Tampoco faltaron sus recuerdos con grandes divos, como Cary Grant, Gregory Peck, Marlon Brando… ¡Una verdadera leyenda viva del cine!