Las Velas son fiestas nocturnas en las que se dialoga en lengua materna
Viernes 23 de mayo de 2014, p. 4
Juchitán, Oax., 22 de mayo.
Desde hace 157 años Juchitán realiza fiestas llamadas Las Velas, que en mayo alcanzan su máximo esplendor.
Los festejos nocturnos son 18, además del desfile de carros adornados con flores y frutas, así como la tradicional lavada de ollas, una fiesta vespertina.
Las Velas es una tradición para preservar la cultura de los zapotecas, que bailan sones regionales, visten trajes típicos, disfrutan la comida, beben alcohol y dialogan en su lengua materna, por lo que del 17 al 24 de mayo aumenta el número de visitantes locales, nacionales y extranjeros.
Zapotecas y zapotecos, así como los invitados, habrán gastado de 10 a 12 millones de pesos para la realización de Las Velas, además de la compra de vestimenta típica, accesorios y alimentos.
Al llegar a la vela, los invitados se concentran en puestos o espacios, los cuales ocupan socios, es decir, los hombres y mujeres que por años acuden a la celebración y se han ganado su lugar por herencia de sus padres y abuelos.
Los hombres cargan en los hombros cartones de cerveza, mientras que la mujer lleva envuelto con un pañuelo blanco su cooperación (limosna), consistente en un apoyo económico que se entrega a la anfitriona de la noche, que en este caso es la mujer, la jefa de familia.
Gasto o inversión
Las Velas, según datos del investigador juchiteco Tomás Chiñas Santiago, son rituales y adoraciones a los elementos de la pródiga naturaleza: los peces, el mar, el maíz y el lagarto, entre otros.
Este 2014 las fiestas titulares de Juchitán cumplen 157 años. Aunque no existe un registro seguro, los datos señalan que fue en 1857 cuando se originó la primera vela, aunque otros dicen que es un festejo prehispánico
, indicó.
Detalló que en las antiguas celebraciones se realizaban rituales destinados a enaltecer a los dioses, se danzaba, se consumían frutas, como en la vela (Biáadxi), donde se repartían ciruelas, la fruta del viejo árbol que precedía el centro de la enramada o toldo de tela gruesa y esa noche, como un milagro, el viejo árbol se encendía de una roja ciruela como agradecimiento, anticipándose a su propia celebración humana.
Con la vela Santa Cruz Biadxhii (zapoteco), cruz del ciruelo, en castellano, que comienza la ultima etapa.
Este 2014 la vela Biadxhii cumple 109 años. Más de 50 socios asisten con sus invitados de honor, les ofrecen bebidas refrescantes, cervezas y comida típica zapoteca.
En esta celebración nocturna, se corona a la reina de las festividades, la cual es una joven que desde el año anterior acepta cumplir con esta representación como promesa por las buenas nuevas que le ha dado la vida.
Un aspecto importante de Las Velas es que las mujeres zapotecas lucen sus trajes regionales, no se permite asistir con vestidos, pantalones y blusas mientras los hombres llevar guayabera blanca y pantalón oscuro.
Geraldina Santiago Velázquez es presidenta de la organización de la vela de San Vicente Ferrer, la de mayor concurrencia por considerarse en honor del patrón de los juchitecos.
En 1996 fui mayordoma de esta vela; le pedí a San Vicente Ferrer que me apoyara a sacar adelante a mi familia y lo cumplió, por eso cumplí mi promesa de fe y desde esa fecha, junto con otros socios, nos encargamos de organizar esta importante celebración religiosa. Aparte de dinero, se invierte mucho tiempo en comprar flores, cirios, contratar a los grupos musicales
, indicó.
Una de las peculiaridades de esta vela, dijo, es que los casi 50 socios cooperan para los gastos que se generen. Por fortuna la (empresa) cervecera nos apoya con algunos gastos, pero también los mayordomos. Es decir, los que encabezan año con año la celebración también aportan un grupo musical, se gasta más de lo que se invierte, pero lo hacemos por gusto y satisfacción
.
Asimismo, señaló que la política está separada de la fe católica, debido a que por acuerdo de Las Velas, los políticos o candidatos a algún cargo público no deben utilizar esta tradición para hacer propaganda ni publicidad.
Tenemos socios que apoyan a partidos políticos. Por eso hay un reglamento: dentro de la vela, los grupos musicales tienen prohibido saludar a los políticos que nos visitan, porque hemos tenido experiencias desagradables y problemas. Se trata de una fiesta de hermandad, de fe y no de quién luce mejor o quién tiene más dinero
, puntualizó.
Cada uno de los socios de las 18 velas en Juchitán gasta entre 10 mil y 15 mil pesos para cumplir con sus invitados. Compra bocadillos, más de 20 cajas de cerveza; las mujeres estrenan su ropa tradicional (huipil, enagua y joyas) y los hombres su guayabera blanca y pantalón negro, sombrero y huaraches de charol. Por las 18 velas más o menos se invierten unos 700 mil pesos.
Este año se tiene estimado que los juchitecos e invitados consumirán alrededor de 30 mil cajas de cerveza de la presentación de un cuarto de litro, es decir, en cada vela, incluyendo baile de gala y lavada de ollas, se consumen de mil 500 a 2 mil cajas.
Los 18 mayordomos destinan alrededor de un millón 200 mil pesos, mientras que las sociedades de Las Velas invierten más de medio millón de pesos y entre los aproximadamente 432 socios de las 18 velas que llevan invitados a sus puestos o mesas gastan 2 millones 160 mil pesos.