Opinión
Ver día anteriorJueves 22 de mayo de 2014Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Ciudad Perdida

Delegados contentos

Los planes de Mancera

Tribus relegadas

R

emedio y estrategia.

Los delegados todos, los 16, andan contentos porque desde la administración central se ha empezado a generar un proyecto de gobierno en el que todos caben, y que daría muy buen soporte al resto del periodo que le toca gobernar a Miguel Ángel Mancera.

Se trata de que así, en bloque, por decirlo de alguna forma, esos gobernantes pasen a ocupar un sillón en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal. Nadie les ha comprado la elección, eso debe quedar claro, y cada uno deberá luchar por ganar en su territorio para arribar, sin dificultades, a la casona de Donceles y Allende.

El proyecto parece fácil y de buenos resultados. Se supone que cada delegado tiene, cuando menos, una porción de su delegación a favor, y por eso no tendrían muchas dificultades para triunfar en una elección en la que además podrían recibir el apoyo de los delegados que los suplan.

Pero además, lo interesante es que será desde el gobierno central donde se apoye el trabajo de los delegados. Obras y programas de desarrollo social en abundancia serán los pilares que apoyarán el trabajo delegacional que se direccionará desde las oficinas del gobierno central. Para eso se pondrán en marcha proyectos muy importantes por toda la ciudad, y se supone que serán los delegados los que orienten los trabajos del gobierno general.

Pero más allá de todo ese esfuerzo para el recambio en la ALDF, por parte de la administración de Miguel Ángel Mancera, estará el trabajo de los delegados. Pensar que gente como el actual delegado de Coyoacán, Mauricio Toledo, o la titular de Tlalpan, o la de Magdalena Contreras fueran a ocupar una silla en la Asamblea parece un tiro en el pie.

No habría cómo justificar que esos personajes siguieran en el Gobierno del DF, pero desde luego serán los habitantes de las demarcaciones los que digan de qué lado deberá mascar la iguana. Es en ese momento, en el de la elección, cuando habrá de medirse el calibre del proyecto del gobierno.

Hoy, sea como sea, lunes con lunes los delegados se reúnen con Miguel Ángel Mancera y escuchan, y aprueban los planeas del jefe de Gobierno, quien en los tres últimos años de gobierno se propone echar la casa por la ventana en cuanto a los trabajos para beneficio de la población. Por lo pronto, vamos a ver de cerca cómo se comportan los delegados.

El caso es que los 16 –si es que llegan todos–, se conviertan, sin distinción de partido, en las cabezas que apoyen los trabajos de Mancera y sus iniciativas, pero tal vez lo más importante de este movimiento será que las tribus no tendrán ninguna participación al escoger a los candidatos, y eso hasta ahora no se había logrado, así que parece que las cosas irán mejorando.

De pasadita

Para Leonel Luna, el jefe delegacional, por segunda vez, de Álvaro Obregón, debe ser un verdadero fracaso político lo que sucedió ayer en San Bartolo Ameyalco. Muy seguramente los trabajos que se hacen en aquel lugar para dotar de agua potable a una parte de la población de esa delegación tienen argumentos muy sólidos para realizar la obra, aun en contra de la gente.

El fracaso es porque durante muchos meses los funcionarios de la delegación trataron, o eso se supone, de convencer a los pobladores de San Bartolo de los beneficios que traería llevar agua del Cutzamala a las partes bajas de Álvaro Obregón, pero no lo lograron, y simplemente perdió la paciencia. Sabía que iba a pasar y aun así permitió que los trabajos se reiniciaran. Por eso, porque lo sabía, es que pidió refuerzos a la Secretaría de Seguridad Pública, que mandó por ahí de mil 500 uniformados para ¿prevenir? lo que al fin ocurrió. Lo de San Bartolo es lamentable y condenable por todos lados, pero lo peor es para las autoridades delegacionales, que seguramente ya olvidaron aquello de hacer política.