El Foro Internacional de Música Nueva ha dejado de ser un espacio endogámico: de músicos para músicos, indica su director, Horacio Uribe, a partir de las cifras preliminares de asistencia durante los primeros cinco días de su edición anual número 36.

¿Un requisito para cubrir el expediente o un verdadero impulsor en México del arte sonoro de reciente creación? Ésa es una de las inquietudes en torno al encuentro que se realiza en varias sedes de la capital del país y Michoacán.

Al respecto, el titular de la Dirección de Música y Ópera del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), el compositor Horacio Uribe, pondera la relevancia del foro para la música mexicana y afirma que hoy día su repercusión es determinante.

Lo anterior, explica en entrevista, no sólo porque permite conocer de primera mano lo más reciente de la creación musical contemporánea de otros puntos del orbe. También, agrega, porque propicia entre los artistas nacionales, creadores e intérpretes, propuestas que se realizan en el resto del año o en plazos más largos.

Otra de las principales virtudes del foro, a decir del autor, es la incidencia en la población para que sea cada vez más el público que se acerca y gusta de esta vertiente del arte sonoro, a la cual era renuente por estigmas y prejuicios, o bien, por la etapa de experimentación extrema que vivió hasta hace unos lustros.

Muchos espectadores jóvenes

Como testimonio de ese creciente interés, Uribe menciona que en los siete conciertos de la actual versión del foro que se habían efectuado hasta el martes pasado, según cifras preliminares, han asistido unas mil 600 personas, gran parte de ellas jóvenes y no necesariamente músicos o estudiantes de la disciplina.

Los datos parciales con los que cuenta hasta el momento la Dirección de Música y Ópera determinan que, de los asistentes a esos conciertos, 80 por ciento es público convencional, es decir que no es practicante de esa expresión, destaca.

Esto es algo muy importante, agrega, porque desde sus inicios y hasta no hace muchos años el foro era un espacio endogámico, es decir, de músicos para músicos, pero de forma paulatina ha ido ganando más adeptos, y ello, por extensión, da cuenta del mayor interés que hay en México por la música nueva, más allá de los creadores e intérpretes.

Una de las principales inquietudes de los organizadores del foro es generar nuevos públicos para la música contemporánea, por lo cual a partir de este año se creó un programa dedicado al público infantil.

Éste consistió en una exposición interactiva, el 17 y 18 de mayo, en el vestíbulo del Palacio de Bellas Artes, de instrumentos didácticos creados por los hermanos François y Bernard Baschet, la cual fue calificada de exitosa por Horacio Uribe, ya que, dijo, tuvo gran afluencia.

A unos días de su inauguración –con un concierto de la Orquesta Sinfónica Nacional el viernes pasado en la Sala principal del Palacio de Bellas Artes–, el 36 foro de música nueva había efectuado hasta el martes siete de sus 26 conciertos y la primera de cinco conferencias.

Hasta el martes, se habían realizado 21 estrenos de obras, cuatro de los cuales fueron mundiales y los 17 restantes en México.

Entre los conciertos imprescindibles por venir, Horacio Uribe cita los dos que ofrecerá el reconocido Cuarteto Arditti, que celebra su 40 aniversario (21 y 24 de mayo en el Palacio de Bellas), así como el del ensamble Fonema Consort, al lado del compositor Julio Estrada, con su obra Mictlán (22 de mayo, Universidad del Claustro de Sor Juana). Las actividades concluirán el 6 de junio.