La agricultura urbana es una herramienta para sanar comunidades, dice Gabriela Vargas, quien lleva 14 años trabajando en cultivos citadinos y es puntal de Cultiva Ciudad, asociación civil que lleva año y medio con el proyecto Huerto Tlatelolco: laboratorio vivo de sustentabilidad y creación de una conciencia ambiental, que tiene el objetivo de transformar comunidades y de educar por medio del cultivo de los alimentos.

Cultiva Ciudad es una asociación civil dedicada a la difusión de la agricultura urbana que pretende rescatar el concepto comunitario que se ha estado perdiendo a causa del ritmo acelerado de vida en las ciudades.

Forma parte de los temas que se tocarán en la nueva edición del congreso gastronómico Mesaamérica, cuyo eje temático en esta edición es la comida callejera y las expresiones urbanas.

Este miércoles en el auditorio Blackberry, Gabriela Vargas explicará –junto con Ana Elena Guerra, su cómplice en el proyecto– la importancia de esta iniciativa.

Asesoría y capacitación

En un terreno de mil 650 metros en donde se ubicaba el edifico Oaxaca, en Tlatelolco —en la esquina de la avenida Paseo de la Reforma y Manuel González—, se construyó este huerto urbano, en el que las personas, sobre todo de las comunidades circundantes, podrán acudir a capacitaciones de agricultura urbana para aprender a cosechar sus propios alimentos.

Por ahora se tienen 180 metros cuadrados de camas de cultivo intensivo. Hay también algunos árboles frutales y variedades de yerbas y chiles.

Cultiva Ciudad, como lo explica Gabriela Vargas, se dedica a dar consultorías, asesorías y a diseñar proyectos de agricultura urbana en espacios públicos (en colaboración con autoridades de gobierno), en instituciones y con empresas y particulares, que deseen desarrollar sus proyectos.

Es una organización socio-ambiental que busca generar beneficios para la ciudad y sus habitantes, por medio de este tipo de cultivos en colaboración con autoridades gubernamentales, organizaciones civiles, instituciones, empresas, escuelas, universidades y público en general. Considera que este es un medio para transformar y regenerar espacios urbanos con alto potencial educativo, productivo y terapéutico en jardines donde niños, jóvenes y adultos trabajen en equipo para mejorar la calidad de vida y del entorno.

La historia de Cultiva Ciudad comenzó cuando Gabriela fue a un curso de educación ambiental en Chiapas, de donde regresó “con el chip cambiado”.

Luego se hizo madre y sintió la necesidad de crear su primer huerto en la ventana de su departamento. Continuó en la escuela de su hija. Y en 2006 fundó Sembradores Urbanos, organización pionera en el tema de la agricultura urbana que comenzó con un huerto de 80 metros en la plaza la Romita (en la colonia Roma), espacio chico pero emblemático, porque fue el primer proyecto con el que comenzaron a colaborar con autoridades locales y en espacio público.

Ahora, con Huerto Tlatelolco, puesto de acupuntura sistémica, tiene la intención de transformar comunidades y de educar con conciencia. Al final todos tenemos derecho a alimentarnos sanamente.

El proyecto es una muestra inspiradora, porque no queremos decir que con la agricultura urbana cubriremos la totalidad de la alimentación de una ciudad como la nuestra, pero sí se podría llegar a producir un 50 por ciento si se aprovecharan todos esos espacios abandonados, tanto privados como públicos.

Proyecto inspirador

Gabriela comenta: “Nuestro eje por ahora no es producción, sino inspirar a la gente y a las instituciones respecto a lo que se puede hacer en casa. Si no hay espacio, puedes hacerlo en azotea o compartir con vecinos, que es otra de las intenciones: generar espacios comunitarios.

La finalidad es involucrar a la comunidad local y buscar que esta iniciativa se replique. Es un proyecto congruente con las necesidades, por lo que no costó problema que las autoridades facilitaran permisos, accesos a agua y electricidad, o apoyo con mano de obra.

El proyecto tiene un buen inicio puesto que la administración en la delegación Cuauhtémoc apoya por medio de su Dirección de Gestión Ambiental, para la que una de sus líneas fuertes es el tema de los huertos urbanos, como lo comentan las representantes de esa instancia Margarita Cano y Lourdes Cruz, presentes en la entrevista.

Lo que aún falta, asegura Vargas, es un marco legal que permita que estos proyectos sean una ley, que queden protegidos, porque por ahora Cultiva Ciudad opera con alianza de la delegación.

De igual forma buscan apoyos y la forma de vender la cosecha para generar un ingreso y que el proyecto sea sustentable. Lo fuerte es inspirar y vincular con la comunidad, que sienta el espacio como suyo.

Otro de los proyectos en los que está presente Cultiva Ciudad en espacio público es en el llamado trébol del cruce de Viaducto Tlalpan y Periférico, donde se creará un bosque comestible; ya se sembraron los primeros árboles en ese sitio. Esta iniciativa está apoyada por autoridades delegacionales y de la embajada de Israel en México.

Para información sobre los cursos llamar a la Dirección de Gestión Ambiental a los teléfonos: 24523199 y 24523296. Al correo electrónico [email protected].