Inseguridad y respuesta universitaria
orelos vive un momento crítico. No sólo porque la violencia se ha disparado en los últimos meses, no sólo porque en lo que va de la administración del perredista Graco Ramírez se han documentado casi mil homicidios, 300 secuestros y 5 mil robos de vehículos, también porque la percepción es de que simplemente no puede.
La muerte del director de la Escuela de Trabajo Social de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (Uaem), Alejandro Chao y su esposa, puso de relieve la indefensión en la que viven los casi dos millones de morelenses. Nadie está a salvo ni siquiera en su casa. Además, apenas este viernes la tesorera de Tlalnepantla murió baleada al resistirse a que asaltaran la alcaldía.
El deceso del catedrático crispó los ánimos en la Uaem, donde de por sí ha habido desapa- riciones, secuestros, homicidios, robos y otras agresiones. La comunidad universitaria respondió con dos movilizaciones, una de ellas con más de 10 mil participantes.
Pero no fue todo, el Consejo Universitario emplazó a los representantes de los poderes, a los alcaldes y a los partidos políticos a un diálogo de cara a la ciudadanía
, para admitir el fenómeno de la inseguridad, y a tomar compromisos concretos para la reconstrucción del tejido social en 4 ejes: democracia participativa, diversidad y saberes, sistemas alternativos de producción, y sistemas de justicia.
Graco Ramírez respondió con una propuesta ampliada
de diálogo. No acudió ni envío representante. Pensó que al hacerle el vacío el diálogo universitario haría agua. Y sin embargo, sociedad civil, víctimas y universitarios, dialogaron con los otros representantes y abrieron una posibilidad de diálogo continuado.
Por primera vez una universidad pública en el país pone el aparato académico, burocrático y presupuestal al servicio de la comunidad que la alberga. El proceso es inédito y seguramente, otras universidades en el país, estarán replicando la experiencia.