El Museo Dolores Olmedo abre exposición con grabados y esculturas de la artista
arquitecturas de lo íntimo
Sábado 17 de mayo de 2014, p. 4
Dibujos que se funden en una celebración incesante de la perfección, la belleza y la gracia del cuerpo; líneas que sirven de ondas rítmicas y hacen evidente la evolución de las figuras que se desplazan con lentitud para dejar huella de su movimiento, es lo que presenta la artista Flor Minor, en la exposición Arquitecturas de lo íntimo.
Compuesta por 19 grabados y cinco esculturas en bronce, creadas de 1995 a 2009, la muestra se presenta del 17 de mayo al 17 de agosto en la galería Pago en Especie del Museo Dolores Olmedo, que desde 2006 difunde el patrimonio cultural del país en custodia de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
Minor, con destacada trayectoria artística y que ha contribuido a enriquecer el programa Pago en Especie mediante la donación de su obra gráfica, considera que el dibujo es una forma de conocimiento que nunca se concluye, pero al mismo tiempo le parece maravilloso porque continúa ejercitándose como dibujante.
Con la curaduría de Rafael Pérez y Pérez, subdirector del Museo de Arte de la SHCP, en la obra de Minor se aprecia su habilidad para dirigir la mirada del espectador hacia un punto determinado del cuadro, además de que cada una de sus piezas es un homenaje al cuerpo humano y a su entorno.
Dualidad en toda la obra
“Algunas piezas –explica Flor Minor–, como El constructor, El equilibrista, Océanos interiores, la temática gira en torno al hombre, a la búsqueda de sí mismo. Se cuestiona por qué estamos aquí. Esta parte me inquieta mucho: qué es la dualidad, qué radica en el cuerpo y en él, lo que resguarda que es el espíritu”.
Todos los personajes masculinos de Minor, creados en aguafuerte, aguatinta, punta seca y litografía, se encuentran en una circunstancia de trabajo.
El cuerpo masculino nos da referencias de construcción muy particulares relacionadas con la fuerza y está muy ligado a mi tema; quizá la figura femenina no cubriría esas expectativas en el sentido de ejercitar la fuerza o desarrollar una tarea o enfrentarse a un muro o cargar un bloque pesado
, aclara Minor.
Sobre Arquitectura de lo íntimo, Rafael Pérez señala que el dibujo de Minor tiene una característica muy escultórica, pues combina una geometría con la parte orgánica del cuerpo. Esa parte del cuerpo está dibujada de una manera que es realmente escultórica y cuando vemos la escultura, inmediatamente nos refiere a su dibujo, hay una dualidad en toda su obra
.
En la muestra, la artista plasma volumen y planos de profundidad gracias a la variedad de color a partir del negro. La obra permite al público entender esta contemporaneidad del arte que abarca desde un realismo casi académico hasta manifestaciones no objetuales, abunda el curador.
El manejo del desnudo en sus obras se aleja formalmente de modelos o patrones, ya que reúne rasgos muy propios que reafirman con solidez la individualidad de su expresión plástica, en la que se distingue una excelente e incuestionable calidad en la ejecución.
Minor mezcla elementos tecnológicos con una arquitectura aritmética. Todo lo combina con el movimiento del cuerpo masculino, y las líneas que traza dan movimiento, vida a la obra.
Arquitecturas de lo íntimo: Flor Minor se inaugura hoy a las 11:30 horas en el Museo Dolores Olmedo (avenida México 5843, La Noria, Xochimilco).