A domicilio, Pachuca derrota 3-2 a los Esmeraldas; doblete de Enner Valencia
Viernes 16 de mayo de 2014, p. a39
León, Gto., 15 de mayo.
En partido trepidante y reñido, digno de una final, el Pachuca asestó el primer golpe, se impuso 3-2 en el Nou Camp y quedó cerca de destronar al rey León, que el domingo deberá vencer en el estadio Hidalgo a los Tuzos por dos goles de diferencia, si quiere erigirse como bicampeón.
Enrique Ojitos Meza sacó a relucir su gran experiencia, enderezó el camino con el 1-0 adverso y se llevó el primer round de esta disputa ante Gustavo Matosas.
Por los Esmeraldas marcó Carlos Gulit Peña, al minuto 34, y al 77 Miguel Herrera cometió autogol. Enner Valencia hizo un doblete con tantos a los minutos 42 y al 61, mientras que al 69 Hirving Lozano redondeó la victoria.
El partido tuvo un inicio intenso, con arribos hacia ambas metas. Los equipos se volcaron sobre el marco enemigo con determinación y coraje, sin darse tregua ni respiro durante los primeros 15 minutos, como si ambas plantillas quisieran eliminar cualquier sospecha de amaños.
En la final pasada los directivos de Grupo Pachuca estuvieron juntos apoyando al León, pero en esta ocasión se ubicaron en palcos separados. Por un lado estaba la directiva local, con Arturo Elías Ayub y Jesús Martínez Murguía a la cabeza. Por otro, el gobernador de Hidalgo, Francisco Olvera, Jesús Martínez Patiño y Andrés Fassi, con sus respectivas esposas.
Rafael Márquez salió al campo de juego con los dientes apretados y el gafete de capitán bien puesto, porque estuvo atento y capoteó el vendaval de Tuzos con dos barridas quirúrgicas, impecables, para desarmar serias intentonas.
La fiera no se quedó atrás y respondió con toda su artillería, Mauro Boselli tuvo un mano a mano ante el veterano portero Óscar Conejo Pérez, el balón quedó a la deriva hasta que la defensa visitante despejó con apuro. Dos tiros de esquina consecutivos fueron la respuesta que aplacó los bríos de los desbocados jovencitos del cuadro tuzo.
Al minuto 9 Carlos Gulit Peña cimbró el larguero con un poderoso tiro de media distancia que encendió aún más el entusiasmo en las pletóricas tribunas que estallaron al grito de “¡Le-ón, Le-ón…!”
El colombiano Eisner Loboa se aplicó y comenzó a resquebrajar las filas del Pachuca. Un cabezazo de Ignacio González y una media vuelta de Mauro Boselli bastaron para preocupar al técnico visitante Enrique Meza.
El Ojitos estaba molesto con el funcionamiento de su equipo y puso a calentar a Érick Gutiérrez, cuando de nuevo el Gulit Peña remitió otra saeta desde la izquierda que casi anida en las redes, de no ser porque Miguel Herrera se barrió con exactitud para desviar el balón.
Al minuto 34 los Esmeraldas ganaron un tiro de esquina por la izquierda, la zaga visitante se durmió y Peña saltó como impulsado por resortes para encajar sólido cabezazo e imponer el 1-0. Meza no esperó más, sacó a Abraham Carreño y mandó a la refriega a Érick Gutiérrez; sus pupilos entendieron el mensaje, se reordenaron y acapararon la pelota ante la complacencia de la fiera.
La respuesta fue implacable y al minuto 42 de acción en las tribunas sólo se escuchó el festejo de la afición tuza, ubicada en una esquina, tras el 1-1 decretado por su goleador, el ecuatoriano Enner Valencia, quien en una jugada a balón detenido reaccionó con su instinto goleador, extendió la pierna zurda en el área chica, hizo contacto con el esférico y decretó la igualada.
El complemento arrancó con similar intensidad, Valencia llegó por la derecha y trazó un centro hacia segundo poste, pero Jonny Magallón desvió a tiro de esquina. Enner sembró nerviosismo en la defensa local, se empezó a jalonear con Ignacio González y el silbante César Ramos amonestó a ambos.
Los Tuzos apretaron marcas e incomodaron a los verdes que tardaron en desahogar su zona. El rodar de la pelota se hizo más lento, trabado, al León le costó más esfuerzo llegar al frente. Boselli echó por la borda una gran oportunidad al estampar la pelota en el cuerpo del Conejo Pérez.
La polémica se instaló al minuto 60 cuando Jurgen Damm derribó en el área al Chema Cárdenas. La gente pedía un penal que Ramos no concedió y recibió el insulto ¡ratero, ratero!
De nuevo los defensas del León fallaron. Damm hizo un excelente trazo desde la derecha hacia el área chica, donde Valencia remató exacto frente al poste para decretar el 1-2.
Al minuto 65 Gustavo Matosas, estratega local, hizo dos relevos, sacó a Luis Montes y a Jonny Magallón, para meter a Elías Hernández y a Miguel Sabah. El Ojitos también ajustó con la salida del romperredes Valencia y metió a Enrique Esqueda.
Cuatro minutos después, al 69, Hirving Lozano clavó el 3-1 que desencajó rostros en las tribunas. El juvenil atacante entró como lanza por la izquierda y sacó un disparo cruzado que dejó sin reacción a Yarbrough. Enseguida Meza sacó a Lozano e ingresó a Efraín Cortés.
La fiera estaba herida y reaccionó impulsada por su gente, buscó con afán el marco defendido por el Conejo Pérez, hasta que en un disparo el defensa tuzo Miguel Herrera desvió el balón en intento por alejar el peligro, pero terminó encajándolo en su propia portería para instalar el 2-3 que dio aliento al campeón.
La recta final se tornó vibrante, emotiva, porque los Esmeraldas pujaron para alcanzar el empate y no llegar con desventaja al juego de vuelta. Los ánimos se caldearon, la fiera se desesperó y fueron amonestados el Chema Cárdenas, Gulit Peña y Rafa Márquez. Matosas quemó su último relevo con la salida del Gulit y la entrada de Mauricio Castañeda, pero ni eso, ni el sí se puede, sí se puede
fueron suficientes para lograr el empate, ante las gran reacción en las últimas arremetidas del Conejo Pérez y otra salvada de Rodolfo Pizarro.