En el contexto de la visita ad limina que los obispos, arzobispos y cardenales mexicanos realizan al Vaticano desde el pasado día 12 y hasta el 31 de este mes, jerarcas afirmaron que esta es una práctica periódica que no tiene como finalidad ejercer control sobre las diócesis.

Por separado, Felipe Arizmendi Esquivel, obispo de San Cristóbal de Las Casas, precisó que el próximo lunes, los 116 jerarcas que confirmaron su presencia en Roma se reunirán con el papa Francisco, quien nos dirigirá un importante mensaje. Cada grupo (se crearon nueve), además, tiene oportunidad de un encuentro más dialogal de hora y media, así como con los dicasterios de la curia romana y colaboradores más cercanos del pontífice.

Señaló que los cinco obispos de Chiapas parten a Roma este jueves por la noche, pues el sábado 17 nos toca el encuentro con el Papa. Subrayó que la visita ad limina no es una práctica burocrática ni un control sobre las diócesis, sino una continuación de la vivencia de la Iglesia primitiva.

Carlos Garfias Merlos, arzobispo de Acapulco, precisó que la visita que los obispos realizamos a Roma es una práctica ordinaria en la Iglesia católica que pretende expresar la fe en el vínculo existente entre todas las iglesias locales por medio del ministerio del Papa. Dijo que con motivo de este encuentro, presentará a Jorge Mario Bergoglio un informe sobre la marcha de la arquidiócesis de Acapulco durante los últimos años.

Arizmendi precisó que desde hace cinco meses enviaron al Papa informes detallados sobre la situación integral de nuestras diócesis. Durante cinco minutos, cada obispo del grupo le hará una breve síntesis para que él pregunte lo que desee, dijo.