Sin aspavientos para no alertar a las televisoras, dentro de las leyes secundarias de la reforma político-electoral aprobadas anoche en el Senado se incluyeron disposiciones para anular una elección cuando se disfrace propaganda de candidatos o partidos como noticias en medios electrónicos.

Asimismo, en ese que fue uno de los temas más delicados y sensibles, se fijaron nuevas reglas para el reparto de tiempos de propaganda en radio y televisión y se estableció el bloqueo de señales en repetidoras, a fin de que las campañas de candidatos sólo se transmitan en la entidad o localidad de que son originarios.

Con esta reforma podemos asegurar a los ciudadanos que definitivamente será más difícil burlar la legislación electoral. Será más difícil que un partido o candidato tome ventaja sobre los otros, comentó en tribuna el senador del PRD Luis Sánchez. Las ganancias ilegales de los medios de comunicación serán más difíciles de obtener, insistió.

Sostuvo que con esas disposiciones será más difícil que los medios de comunicación puedan crear candidatos o que se compre el voto abusando de la necesidad de la gente.

Se trata de cambios al modelo de comunicación política que hasta un día antes rechazaban el PRI y los representantes gubernamentales que participaron en la negociación, fundamentalmente el consejero jurídico de la Presidencia, Humberto Castillejos, pero que al final se incluyeron por presiones del PAN y el PRD.

Se modificó el artículo 8 bis de la Ley General del Sistema de Medios de Impugnación en Materia Electoral, para establecer que se nulificará una elección cuando, tratándose de cobertura informativa indebida y de espacios informativos o noticiosos, sea evidente que, por su carácter reiterado y sistemático, se trata de una actividad publicitaria dirigida a influir en las preferencias electorales de los ciudadanos y no de un ejercicio periodístico.

Asimismo, en la nueva Ley de Instituciones y Procedimientos Electorales (Legipe) se elimina la obligación del Instituto Nacional de Elecciones (INE) de reunirse con los concesionarios de radio y televisión para definir los lineamientos que se recomienden a los noticiarios sobre la difusión de actividades de precampaña y campaña. La nueva disposición sólo prevé consultar a los dueños de los medios. Asimismo, se duplican los tiempos de los partidos en radio y televisión, ya que pasan de 18 a 30 minutos en el caso de precampañas y de 18 a 41 minutos para campañas locales.

Se obliga a las televisoras a difundir en todas sus repetidoras la propaganda de partidos y candidatos ordenada por el INE. Éste podrá monitorear el cumplimiento de las pautas de transmisión tanto en televisión abierta como restringida.

Por lo que toca a los utilitarios, sólo se permitirá el reparto de promocionales textiles, como mantas, camisetas, gorras y otros. No queremos el uso indiscriminado de prácticas inapropiadas, como las tarjetas electrónicas o cualquier trampa electoral, comentó el senador del PAN Juan Carlos Romero Hicks.

Detalló que se avanzó de manera parcial en el tema de la propaganda, al establecer un régimen transitorio para que exista un dispositivo en tanto se emite la ley de propaganda gubernamental.

El también panista Roberto Gil Zuarth explicó que las causales de nulidad establecidas en la Constitución, es decir, la posibilidad de anular un proceso electoral por violaciones al tope de gasto, por recibir financiamiento ilegal, específicamente del crimen organizado, y otras modalidades, aparecen fielmente reflejadas en las leyes reglamentarias, pero acompañadas de un conjunto de reglas para hacer efectiva la acreditación de conductas perniciosas.

Sin embargo, el coordinador de los senadores del PT, Manuel Bar­tlett, advirtió que el secuestro de los procesos electorales y la inequidad de los tiempos en radio y televisión no acaban con esta reforma.