En el último año las reservas probadas de hidrocarburos de México, también conocidas como 1P, descendieron 429.8 millones de barriles, equivalentes a una baja de 3.1 por ciento, según informes de la Secretaría de Energía (Sener).

Los últimos datos de la Subsecretaría de Hidrocarburos señalan que estas reservas totales bajaron de 13 mil 868 millones de barriles registradas al primero de enero de 2013, a 13 mil 438 millones al mismo periodo de 2014.

Las reservas probadas se componen de 9 mil 812.1 millones de barriles de petróleo y 16 billones 548 mil millones de pies cúbicos de gas natural, para totalizar 13 mil 438 millones de barriles de petróleo crudo equivalente.

Con ello se rompen dos años consecutivos de una restitución de más de 100 por ciento en las reservas probadas. En 2011 las reservas sumaron 13 mil 796 millones de barriles, los cuales en 2012 aumentaron, cuando las reservas alcanzaron 13 mil millones 810 mil barriles y en 2013 ascendieron a 13 millones 868 mil barriles.

De acuerdo con la Comisión de Valores de los Estados Unidos (SEC, por sus siglas en inglés), las reservas probadas de hidrocarburos son cantidades estimadas de aceite crudo, gas natural y líquidos del gas, las cuales, mediante datos de geociencias y de ingeniería, se muestra con certidumbre razonable que serán recuperadas comercialmente en años futuros de yacimientos conocidos bajo condiciones económicas, métodos de operación y regulaciones gubernamentales existentes a una fecha específica.

La caída en las reservas probadas se debió principalmente a descensos en las regiones del norte, donde se ubica el complejo Chicontepec, el cual, pese a enormes inversiones, no ha logrado generar grandes volúmenes de reservas, y del sur.

Petróleos Mexicanos (Pemex) realiza una explotación de hidrocarburos líquidos (petróleo y gas líquido) por un volumen de 2 millones 856 mil barriles diarios.

Con el nivel de explotación y el esperado hacia 2018, las reservas petroleras tienen un vida de alrededor de 10.2 años.