No concreta incentivos para promover la formalidad ni impulsa el consumo interno
Afecta a las compañías en su desempeño, planes de inversión y producción, sostiene
En terreno negativo, las ventas en tiendas de autoservicio; eso no se había visto desde 2009
Martes 13 de mayo de 2014, p. 26
La reforma fiscal elevó el nivel de incertidumbre para las empresas de manera enorme
, no ha concretado los incentivos para promover la formalidad y combatir la informalidad de las actividades económicas, ni impulsó el crecimiento del consumo (uno de los factores principales del dinamismo de la economía), que ya acumula casi cuatro meses con cifras negativas y se encuentra en un nivel no visto desde la crisis de 2009, afirmó el presidente del consejo de administración del grupo financiero Banorte-Ixe, Guillermo Ortiz Martínez.
A raíz de la entrada en vigor de los cambios en materia fiscal, dijo, una importante cantidad de empresas han sido afectadas en su desempeño, planes de inversión y producción, pues la reforma fiscal no se ha traducido en una mayor formalización de la economía y sigue habiendo competencia desleal.
Sobre el poco dinamismo del mercado interno, Ortiz Martínez se refirió a los resultados presentados por la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (ANTAD), según las cuales los principales indicadores de ventas estarían en terreno negativo. Eso no lo había visto desde la crisis de 2009, cuando la economía cayó 6 por ciento
, comentó.
Al participar en el foro México: reformas y apertura, subrayó la necesidad de un nuevo impulso
a la economía y que se manejen correctamente
las expectativas de crecimiento y bienestar que puedan producir los cambios para no provocar desaliento entre los agentes económicos.
Lo peor que nos puede pasar es prometer cosas que no se cumplan, que no van a ocurrir. Por eso se tienen que ofrecer planes realistas; es importante el manejo de las expectativas, porque eso tiene que ver con la paciencia
, manifestó.
Con la reforma fiscal impulsada por el gobierno federal, dijo, no sólo resultaron afectadas las empresas directamente involucradas con los cambios, sino muchas otras que dejaron de recibir incentivos y apoyos para no suspender sus actividades.
Por eso, subrayó en la charla con empresarios y funcionarios del gobierno federal invitados, es necesario reactivar la economía, pero sobre todo combatir la informalidad. Mientras no se cambien los incentivos que permiten que sea más rentable no cumplir con las obligaciones fiscales, es difícil que las leyes influyan en un mayor dinamismo económico
, sentenció el presidente de Banorte-Ixe, y subrayó que eso representa uno de los aspectos contradictorios de la reforma fiscal.
Fundamentó la necesidad de reactivación económica en el hecho de que en el primer trimestre de este año la economía sólo alcanzará un crecimiento de entre 1.5 y 1.7 por ciento, que en su comparación anual, es decir el primer trimestre de 2013 contra el mismo periodo de 2014, puede resultar un avance, pero comparado con el trimestre inmediato anterior, o sea, los últimos tres meses del año pasado, el crecimiento va a ser muy bajo
, cercano a cero, o incluso podría presentarse un decrecimiento.