Con el mensaje de que en México y el mundo se vive una crisis del agua, el gran problema del siglo XXI, empresas españolas se promocionan en México. Con fundaciones como We Are Water (somos agua), la empresa Roca plantea que sus objetivos son sensibilizar y hacer reflexionar a la sociedad sobre la necesidad de una nueva cultura del agua.

En el foro Arquitectura, tecnología y diseño al servicio del agua y la sociedad, realizado la semana pasada, y que fue inaugurado por el embajador de España en México, Luis Fernández Cid, éste informó que en el anuncio del programa nacional de infraestructura del gobierno federal se informó de 743 proyectos, de los cuales 84 están relacionados con el agua.

La empresa Roca, a la cual pertenece la fundación We Are Water, es líder en la producción de equipos de baño, y en un documento que se divulgó, argumenta que mil 100 millones de personas en el mundo no tienen acceso a un suministro adecuado del líquido y 2 mil 500 millones no tienen acceso a un sistema de saneamiento básico.

En el folleto informativo se menciona que desde sus inicios ha estado comprometida con el medio ambiente, tanto en sus productos como en sus procesos productivos.

La privatización de los servicios de suministro de agua se extiende en el país y a pesar de que desde 2012 en la Constitución se instituyó el derecho humano a este recurso, aún no se adopta la legislación secundaria para garantizarlo. En tanto, la presencia de empresas en el sector crece.

Actualmente hay debate por la participación de compañías privadas en los sistemas de agua potable de Puebla y de Tuxtla Gutiérrez. En enero se disolvió la empresa Aguas de Ramos Arizpe, filial de Aguas de Barcelona, pero sí continúa en operación Aguas de Saltillo, que se estableció en 2001 en esa ciudad.

Ahí, la experiencia ha sido la violación al derecho humano al líquido con precios exorbitantes por la conexión del servicio, aumento indebido de las tarifas y falta de información sobre la calidad del agua, indican organizaciones.

La experiencia nacional e internacional ha mostrado contundentemente el fracaso de los esquemas público-privados para promover la inversión en los sistemas de agua en particular en las zonas pobres y marginadas, que es justamente donde más se requiere. Incluso el Banco Mundial, entidad promotora de estos esquemas, ha admitido que la inversión de las empresas privadas ha estado lejos de cumplir con las expectativas, señaló en un análisis la Coalición de Organizaciones Mexicanas por el Derecho al Agua.

Agregó que los gobiernos que han cancelado concesiones por incumplimientos contractuales de empresas privadas, han enfrentado demandas millonarias en tribunales internacionales, lo cual es un problema serio que impide a los gobiernos defender los intereses públicos una vez firmados estos contratos.