Desarrollan la segunda temporada del monólogo Imperio, en el Alcázar de Chapultepec
Lunes 12 de mayo de 2014, p. a11
¿Qué pensaba Maximiliano de Habsburgo cuando aceptó ser coronado emperador de México? ¿En qué reflexionaba durante los tres días previos a su fusilamiento? Son algunas de las interrogantes que intenta responder el monólogo Imperio, interpretado por el actor Ricardo Kleinbaum, que en una segunda temporada se presenta en el alcázar de Chapultepec, a partir de hoy.
Basado en la novela del mismo nombre del escritor y maestro de filosofía Héctor Zagal, y con la adaptación y dirección de Rodrigo González, el monólogo entreteje datos y hechos históricos con la ficción para hacer un recuento de las vicisitudes del personaje y preguntarse qué hubiera pasado si Maximiliano no ve truncados sus planes, toda vez que sólo duró tres años como monarca.
En Imperio, un Maximiliano orgulloso de su linaje, por momentos arrogante, a veces resentido y en otras agobiado o preocupado, revisa su vida arrepentido de haber aceptado ser emperador de México.
Se dice, una y otra vez engañado y traicionado por quienes le propusieron aceptar el trono. Jugaron con mi vanidad e inexperiencia
, dice el personaje. Aunque, en otro momento, reconoce: Si estoy aquí, es porque yo quiero. No me obligaron
.
Mientras el monarca depuesto espera la muerte en una celda de un convento en Querétaro, a través de los comentarios de Maximiliano se hace de cierta manera un retrato de los notables
mexicanos que invitaron y recibieron con beneplácito el arribo del emperador, así como el desprecio de éste –desde su linaje–, respecto de México y su circunstancia política y social, reconociendo aparte a sus indios
.
Maximiliano, quien hablaba ocho idiomas y coleccionaba insectos, educado para la cultura y el refinamiento, rememora su relación con familiares, su esposa Carlota; se dice odiado por Benito Juárez y deplora el modelo republicano; además, se asume como un hombre que siempre buscó el bien social, desde la monarquía.
Según Kleinbaum, a Maximiliano se le recuerda y ha pasado a la historia como un invasor, pero en realidad no fue así. Él llegó contratado por un grupo de notables mexicanos. Por eso él dice que fue engañado
.
Con la finalidad de conmemorar 150 años de la llegada de Maximiliano de Habsburgo a México, en el marco del 75 aniversario del Instituto Nacional de Antropología e Historia y de los 70 del Museo Nacional de Historia, se presenta Imperio, con musicalización del joven pianista Alonso J. Burgos; sábados y domingos, a las 20 horas, en el Castillo de Chapultepec, ubicado en la primera sección del Bosque de Chapultepec.