Desde el próximo lunes hasta el 31 de mayo los obispos de las 91 arquidiócesis, diócesis y prelaturas de México se reunirán con el papa Francisco en el contexto de la visita Ad Limina Apostolorum. En este ejercicio 118 obispos del país expondrán al pontífice la situación que se experimenta en las circunscripciones eclesiásticas del país.

Al respecto, el cardenal José Francisco Robles Ortega, presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), señaló que cada obispo informa del estado que guarda la iglesia particular encomendada, entre los temas está el número de sacerdotes, qué estado guarda la disciplina y desempeño de ellos, sobre los seminarios y cuántos alumnos y formadores hay, sobre los movimientos laicales de apostolado y de espiritualidad. También informa sobre la realidad sociopolítica y cultural de su diócesis.

Asimismo, precisó que también la CEM tiene la oportunidad de dirigir al Papa un muy breve mensaje en el que se da una panorámica general del estado que se vive en el país.

En septiembre pasado el consejo de presidencia del Episcopado designó como coordinador general de la visita Ad Limina a Ramón Castro Castro, obispo de Cuernavaca, quien conformó tres grupos de provincias para que los jerarcas acudan con el pontífice.

La última vez que los obispos de México realizaron una visita de este tipo al Papa fue en septiembre de 2005 con Benedicto XVI.

Esta visita Ad Limina se realiza de acuerdo con lo establecido en los cánones 399 y 400 del Código de Derecho Canónico y los artículos 28 a 32 de la Constitución Apostólica Pastor Bonus, cada cinco años, e indicó que ahora el papa Francisco ha dispuesto que sea cada siete u ocho años.