Cada año, alrededor de 4 mil mujeres son diagnosticadas con cáncer de ovario de tipo epitelial, el tercero más frecuente en ese sector de la población. La mitad de las afectadas, sin acceso a la seguridad social, siguen enfrentando el obstáculo financiero porque el Seguro Popular no cubre el costo de los tratamientos. Estimaciones de especialistas y organizaciones civiles indican que 30 por ciento de las pacientes que tienen entre 30 y 50 años de edad abandonan las terapias por esta causa.

María Teresa Cisneros, representante de la Asociación Mexicana de Lucha contra el Cáncer, recordó que el Seguro Popular incluyó en su cobertura la atención médica del tumor ovárico de tipo germinal, el que se presenta en niñas y se cura en la mayoría de los casos. Aun así, los recursos económicos autorizados, 176.7 millones de pesos, no se utilizaron en 2012 ni 2013.

Ayer y con motivo del Día Mundial del Cáncer de Ovario (8 de mayo), que por segundo año se celebra en México, un grupo de senadoras informó sobre la campaña Dos matices del turquesa, a través de la cual se difundirá información sobre el padecimiento.

La senadora Diva Gastélum, presidenta de la Comisión para la Igualdad de Género, exhortó a la Secretaría de Salud (Ssa) a ampliar la cobertura del Fondo de Protección contra Gastos Catastróficos para que incluya a este mal.

Cisneros también resaltó la necesidad de que la cobertura de atención se amplíe a las pacientes de tumor epitelial, las cuales representan 95 por ciento de las que presentan cáncer de ovario. A su vez, Dolores Gallardo, especialista del Grupo de Investigación de Cáncer Ginecológico en México, resaltó que a diario se registran entre siete y ocho muertes por este tipo de neoplasia.

Es un problema grave de salud que por falta de información se diagnostica en etapas avanzadas en la mayoría de los casos. Además influye la carencia de una prueba clínica específica para su identificación, indicó.

En conferencia de prensa en el Senado, la secretaria de la Comisión de Salud, Hilda Flores, apuntó que sólo 20 por ciento de los casos se identifican en etapas iniciales, con lo que la atención clínica se dificulta e incrementa los costos.

Entre las dificultades para el diagnóstico del tumor está que los síntomas se confunden con otros padecimientos, principalmente gastrointestinales. Las afectadas pueden presentar aumento en el tamaño del abdomen de manera permanente, sensación de plenitud rápida con los alimentos, dólor pélvico o abdominal y necesidad de orinar con urgencia y mayor frecuencia.