En México, 48.8 por ciento de los jóvenes que concluye una carrera universitaria se ocupa en oficios ajenos a su formación, los cuales no requieren estudios para su ejercicio. El Instituto Mexicano de la Juventud (Imjuve) reportó a la Cámara de Diputados que 52.2 por ciento consigue un empleo relacionado con su formación académica.

El pasado mes de abril el órgano legislativo solicitó al Imjuve información en torno al desarrollo de los jóvenes a lo largo de la República. En esa respuesta la autoridad reconoce como prioridad la atención a ese sector, pues por su calidad se encuentra en situación de vulnerabilidad.

En su solicitud, los diputados demandaron a las autoridades educativas del nivel superior suscribir convenios con la iniciativa privada a fin de que juntos –escuelas y empresarios– cumplan con su responsabilidad social, y brinden a los egresados la posibilidad de incorporarse al mercado laboral al término de sus estudios.

En esa línea de hechos la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (Anuies), ya había reconocido que 40 por ciento de los egresados universitarios no consiguen empleo al término de su educación.

Como paradoja, mientras el número de profesionales titulados en el país tuvo un incremento de 2.8 por ciento, la tasa de desempleo en el área profesional pasó de 2.3 a 5.1 por ciento, en 2012.