La distribución del ingreso se ha vuelto cada vez más inequitativa. La crisis que estalló hace seis años no cambió una tendencia que se arrastra desde hace varias décadas en el mundo e incluso la acentuó todavía más. Son algunas de las conclusiones que se desprenden de un nuevo informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). El organismo encontró que la participación del uno por ciento más rico de la población en el ingreso total aumentó en la mayoría de países que lo integran en las últimas tres décadas.

Esto es resultado de que el uno por ciento más rico captura una parte desproporcionada de los resultados del crecimiento global en este tiempo, dice el informe del organismo, al que pertenece México.

En Canadá, uno de los países de mayor igualdad, el uno por ciento más rico de la población capturó 37 por ciento de los beneficios del crecimiento de los pasados 30 años, mientras que en Estados Unidos esa proporción se elevó a 47 por ciento, indica el reporte.

Aun en países que han acumulado un historial de mayor equidad en la distribución del ingreso, como Finlandia, Noruega y Suecia, la participación del uno por ciento más acaudalado de la población en el ingreso se incrementó en 70 por ciento en las pasadas tres décadas. Ese pequeño universo de la población de esos países concentra actualmente de 7 a 8 por ciento del ingreso nacional. En contraste, el grupo de población de mayor ingreso ha elevado en menor proporción su participación en la renta nacional en países como Francia, Holanda y España, apuntó.

Sin embargo, los ingresos de los hogares más pobres no han seguido el paso del ritmo de crecimiento global de la renta y en muchos casos no es mejor de lo que era en la década de 1980, aseguró. Excluyendo al uno por ciento más rico de la población, las tasas de crecimiento del ingreso del resto de la población crecen considerablemente menos en muchos países, lo que explica por qué tantas personas no han experimentado un aumento de sus ingresos en línea con el crecimiento económico general, agregó.

En los años posteriores a la crisis de 2009, la tendencia se mantuvo. En promedio, durante 2010 los ingresos reales del uno por ciento más rico de la población se incrementaron 4 por ciento, mientras que en el caso de 90 por ciento de los habitantes de los países de la OCDE esos ingresos se mantuvieron estancados, apuntó.