González Rojo e Ibargoyen compartieron su obra en el encuentro editorial
grandes poetas y militantes
Domingo 4 de mayo de 2014, p. 2
La quinta Feria Internacional del Libro de Azcapotzalco reunió este sábado a dos poetas: Enrique González Rojo (México, 1928) y Saúl Ibargoyen Islas (Uruguay, 1930).
Dos grandes poetas y grandes militantes, coherentes con lo que han defendido
, dijo la promotora cultural Paloma Sáiz al presentar a los escritores, quienes ofrecieron una lectura de su obra en la explanada de la delegación, donde este domingo estará la escritora y periodista Elena Poniatowska, como parte del último día de actividades.
González Rojo e Ibargoyen leyeron fragmentos de su obra y hablaron de su quehacer. Del escribir poesía desde lo cotidiano, de la ironía de una Caperucita Roja y su lobo, al enamoramiento que llega al divorcio, de un viaje al espacio a Ernesto Che Guevara, pasando por la crítica desnuda a las reformas energéticas. Lectura que devino cátedra acerca y desde la poesía.
Voy a comenzar mi lectura de poemas con uno que alude al trabajo. Pienso que no solamente son trabajadores los campesinos, los obreros, sino que también desempeñan una labor, un trabajo, los poetas
, dijo González Rojo.
“Se piensa que los poetas tenemos un lugar privilegiado; alguno de los grandes decía que los poetas son pararrayos de dios, otros piensan que el poeta es como un médium entre lo sobrenatural y lo natural.
“No soy tan partidario de esa idea de la inspiración, creo que el poeta tiene un trabajo muy especial y estados de ánimo muy profundos, por eso he escirro un poema que se llama Poeta y campesino”. Ahí, González Rojo leyó acerca de la palabra como nasemilla, del poeta que sabe que las palabras montan guardia sobre las cosas
, como dice uno de los versos.
A Poeta y campesino le siguió En el mercado, donde habla de ese sentido de las palabras, del destino y el lugar especial que tienen en aquellos con vocación literaria.
Se escuchó entonces la voz de Saúl Ibargoyen, quien radica en México desde hace décadas. Leyó Verso del vino, donde dice que El vino no se bebe. El vino se vive
y después dijo: Nadie sabe qué es la poesía, por eso en ella caben todos los temas: el lanzamiento de un misil
, por ejemplo, como lo escribió en su poema Cero, o el amor del que habla en La cita.
En la poesía, añadió, no importa mucho la fecha en la que se escribió o se publicó. Lo que importa de la poesía es su vigencia; los poetas pasan y la palabra queda
.
Después de esta lectura/cátedra de poesía, la periodista española Cristina Fallarás presentó su libro A la puta calle, en el que habla, desde su experiencia, de la crisis económica en España, país donde ya no puedes pagar nada
y donde existen 6 millones de personas desempeladas.
Empobrecimiento en España
Cristina fue una de las miles de periodistas que perdió su trabajo y poco después la echaron de su casa con todo y sus hijos, como a millones de españoles. Cada día, hoy, 500 personas están perdiendo sus casas, dijo. Llegó un momento en que no había dinero para comprar nada. La despidieron a finales de 2008, la liquidación duró unos meses “pero en 2010 ya no teníamos para comer.
El empobrecimiento de España ha sido el de las clases medias, de aquellos que no hemos tenido un relato de la pobreza, porque no habíamos sido pobres nunca. La clase obrera tiene sindicatos, juntas, tiene una tradición familiar para enfrentar eso, pero, ¿qué hace la clase media? Se calla y le da vergüenza.
El programa de este sábado cerró con las mesa redondas El pacto y las reformas y El narco; la presentación del libro Mirada y testimonio, de Pedro Valtierra, y un concierto de Eugenia León.
Hoy, cuando concluye la feria, habrá concierto de jazz, presentaciones de libros, las conferencias Villa bandolero, y Autodefensas, en la que participa Luis Hernández Navarro, coordinador de Opinión de La Jornada.
A las 18 horas, Elena Poniatowska, Premio Cervantes, tendrá una charla con el público y a las 19 horas cerrrará el concierto de Aguanta Tomato Jazz.