Ciudad del Vaticano, 2 de mayo.

Este viernes el Vaticano consideró inadecuado incluir la pedofilia en los trabajos del Comité contra la Tortura, tres días antes de la comparecencia de sus delegados ante esa instancia de la Organización de Naciones Unidas (ONU), en Ginebra.

La audición está prevista para el martes y miércoles. Los abusos sexuales contra menores, asimilados a la tortura, podrían figurar entre las preguntas que realizarán los expertos a la representación vaticana, si bien la sede de la Iglesia católica considera que este tema sale del marco de la Convención contra la Tortura.

En una larga declaración hecha este viernes en Radio Vaticano, el portavoz del Papa, Federico Lombardi, lamentó la presión de grupos civiles, fuertemente caracterizadas y orientadas ideológicamente para incluir también en la discusión sobre la tortura la cuestión de los abusos sexuales contra menores.

Asunto de la Conveción sobre los Derechos del Niño: Lombardi

Para Lombardi, dicha cuestión correspondería mucho más a la Convención sobre los Derechos del Niño. Que ese hecho sea una instrumentalización resulta evidente, añadió.

Asimismo, dijo que la responsabilidad jurídica del Vaticano sobre la tortura se limita a su territorio, el cual se adhirió formalmente en 2002 a la Convención contra la Tortura adoptada por la ONU en 1984, convirtiéndose así en el Estado 130 que ratificaba este texto, el cual entró en vigor en 1987.

En un informe difundido en febrero pasado, tras una audición de la delegación vaticana en enero, el Comité de los Derechos del Niño de la ONU afirmó que la Iglesia católica aún no había hecho lo suficiente para cumplir con su compromiso de terminar con la pedofilia.

Destacaba “su profunda inquietud por los abusos sexuales cometidos contra niños por miembros de la Iglesia católica que operan bajo la autoridad del Vaticano.

El comité está muy preocupado de que la Santa Sede no haya reconocido la amplitud de los crímenes cometidos ni tomado las medidas apropiadas para afrontar los casos de pedofilia y proteger a los niños, sino que adoptara políticas y prácticas que han propiciado la continuación de los abusos y la impunidad de los autores, añadía.

Lombardi estimó en febrero que el informe de la ONU había sido inspirado por organismos no gubernamentales con prejuicios negativos hacia el Vaticano y sus posiciones.