Sus juicios literarios son un modelo estético, dice su hijo Pablo
El acto, al que asistieron su viuda Beatriz Espejo y familiares, se realizó en el paraninfo Enrique Díaz de León de esa casa de estudios
Encomian su visión intelectual, artística y política
Sábado 3 de mayo de 2014, p. 5
Guadalajara, Jal., 2 de mayo.
En el paraninfo Enrique Díaz de León de la Universidad de Guadalajara (UdeG) se rindió un homenaje a Emmanuel Carballo, hijo predilecto de Jalisco, escritor y crítico literario fallecido el pasado 20 de abril.
Las guardias de honor fueron encabezadas por el gobernador Aristóteles Sandoval y el rector Tonatiuh Bravo Padilla.
Pablo Carballo Villaseñor, hijo del escritor, recordó los añejos nexos de su padre con la UdeG, desde septiembre de 1950.
Dueño de una personalidad fuerte y magnética, potente voz, memoria envidiable y especial inteligencia, pudo haberse dedicado a otras ciencias y destacar en muchas áreas, pero escogió las letras e hizo de la crítica una profesión. Sus juicios literarios son un modelo estético
, dijo Pablo Carballo.
La primera guardia la montaron el rector, el gobernador, el vicerrector, Miguel Ángel Navarro, y el secretario general de la UdeG, Alfredo Peña Ramos, acompañados de familiares de Emmanuel Carballo.
En la UdeG resentimos el gran vacío que deja el escritor jalisciense Emmanuel Carballo en el panorama de las letras y cultura nacionales. Extrañaremos, desde luego, al ser humano, que se distinguió por su honestidad y profesionalismo; al creador dueño de una envidiable visión intelectual, artística y política, así como al maestro y divulgador generoso, quien lo mismo compartía sus conocimientos con colegas y discípulos que impulsaba a los jóvenes talentos literarios
, dijo el rector Bravo Padilla.
Ejemplo para futuras generaciones
Respecto del extraordinario universitario
y maestro emérito de la UdeG, Bravo recordó que fue siempre un promotor cultural incansable, atento a lo que pasaba en su universidad dando aliento a proyectos como la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, de la que fue jurado del Premio Nacional de Periodismo Cultural Fernando Benítez.
El gobernador Sandoval consideró que Carballo dejó como legado una escuela de crítica literaria al país, un ejemplo por su vitalidad revolucionaria llevada hasta sus últimos días.
Fue consciente de que el valor de la crítica no es estática, sino sólida y firme. Su figura como escritor, crítico, promotor cultural y profesor no pasará desapercibida para las futuras generaciones
, afirmó.
Al final del acto la escritora Beatriz Espejo, viuda de Carballo, recibió las banderas de la UdeG y del estado de Jalisco de manos del rector y el gobernador.