Mediante depósitos a cuentas de Banco Azteca familiares de presos en el Reclusorio Oriente pagan a custodios e internos para evitar que sus hijos o esposos sean agredidos, golpeados o castigados. La cantidad varía, desde 80 hasta 500 pesos, como se puede constatar en los recibos presentados por un grupo de mujeres que decidió denunciar las extorsiones.

Expresan temor porque saben que si identifican a quienes decidieron hablar de lo que pasa en el penal los que llevan las de perder son ellos (los reclusos), uno está afuera, pero a ellos los tienen encerrados y ni para donde irse. Sin embargo, ante los abusos decidieron interponer una queja ante la segunda visitaduría de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), donde se documentan los cobros indebidos y los maltratos.

Si no pagamos a tiempo el pase de lista, nos cobran con intereses, relataron algunas de las madres que han tenido que depositar a cuentas en Elektra. Como evidencia mostraron fichas del plan Guardadito, como una fechada el 13 abril de 2014, por 200 pesos.

El pago fue realizado para evitar que Juan, un interno sentenciado a cuatro años de cárcel por el delito de robo a transeúnte, fuera acusado de intento de homicidio, debido a que dentro del penal, al defenderse, rozó a un interno con la navaja con que éste lo amenazaba, pues no lo dejaba pasar hasta que no pagará la cuota.

La ficha de depósito está destinada a María del Carmen Bernal Hernández y la cuenta es 31911381965770; sin embargo, los nombres y los números cambian en cada pago. Cómo y dónde depositar se lo dicen los internos, pero, de acuerdo con sus relatos, no saben de quien se trata y tampoco les dicen el nombre para evitar represalias, sólo les hablan del amago al que están sometidos en caso de no hacer el pago.

Guardadito es una cuenta de ahorros para personas físicas mayores de edad, en la que, según la promoción del banco, puedes mantener tu dinero siempre disponible para cuando lo necesites, y lo más importante, la abres con el monto que tu quieras, no te cobra comisiones por apertura o por mantenimiento de cuenta.

Para abrir la cuenta es necesario mostrar una identificación oficial vigente; por ello las mujeres afectadas comentan que se podría dar con los responsables de quienes están extorsionando a los reclusos, porque algunos incluso han sido testigos de cómo los maltratan.

“Antes decían que sólo arriba –en los dormitorios– los regañaban los custodios, pero ahora lo hacen en cualquier momento y sin importar si es día de visita”, comentó Lourdes.

La mujer recordó que en una ocasión estaba con su marido y se quedaron dormidos, por lo que no estuvo presente a la hora del pase de lista. Después de que lo buscaron y fue voceado su nombre, él se fue corriendo.

Tardó mucho en bajar, cuando llegó traía la cara roja y la ropa sucia, como si se hubiera caído. Le pregunté qué había pasado; me dijo que los custodios lo habían cacheteado y pateado, además de que lo querían mandar a la celda de castigo, lo acusaban de intento de fuga y eso no se vale, concluyó la mujer.