Los conocimientos que se adquieren en las instituciones de educación media superior y superior deben estar cada vez más relacionados con las necesidades del sector productivo, a fin de impulsar el desarrollo que abone al crecimiento del país, señalaron especialistas y funcionarios públicos.

Durante el foro TransFormación: habilidades para la productividad, organizado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y las secretarías de Educación Pública (SEP), Hacienda y Crédito Público (SHCP) y del Trabajo y Previsión Social (STPS), los participantes indicaron que los países que han invertido en educación y en el desarrollo de un amplio conjunto de habilidades y competencias para la vida y el trabajo cuentan con niveles crecientes de productividad y competitividad.

Datos del BID indican que en América Latina, dos de cada tres jóvenes tienen un empleo precario y 22 millones de ellos no estudian ni trabajan; además, uno de cada tres puestos en la región es cubierto por un extranjero y 65 por ciento de los mejores empleos del futuro aún no se han inventado.

En este contexto, Carmen Pagés, jefa de la Unidad de Mercados Laborales y Seguridad Social del BID, aseveró que la educación y el trabajo deben estar íntimamente relacionados a fin de que las personas se puedan incorporar y responder a las necesidades del sector productivo.

Afirmó que 43 por ciento de las empresas en México ha manifestado que no tiene a los trabajadores que necesita. Sin la fuerza laboral adecuada, planteó, será difícil sostener el crecimiento del país.

En tanto, el subsecretario de Educación Media Superior de la SEP, Rodolfo Tuirán, aseveró que en las pasadas dos décadas, la escolaridad en México creció casi 33 por ciento, al pasar de 6.7 a 8.9 años de formación, pero la productividad per cápita apenas aumentó 10 por ciento (de 13.1 a 14.5 dólares en 2005).

Lamentó que casi 70 por ciento de los jóvenes con estudios de educación media superior que se encuentran en el mercado laboral están en ocupaciones que requieren habilidades y una escolaridad por debajo de los niveles que cursaron.

Dijo que la transición escolar del aprendizaje memorístico a la formación por competencias ha sido lenta e insuficiente en el país, y que la escuela no está cumpliendo su papel estratégico para potenciar las habilidades socioemocionales, como autocontrol o liderazgo. La educación media superior y superior enfrentan el reto de formar y capacitar, indicó.

Patricia Martínez, subsecretaria de Empleo y Productividad Laboral de la STPS, informó que México sólo destina 0.01 por ciento de su PIB para adiestramiento en el trabajo, además de que en los meses recientes sólo 37 por ciento de los trabajadores en el país ha participado en cursos de capacitación. También lamentó que exista desvinculación entre los planes y programas de estudio en los diversos niveles educativos del país con las necesidades del sector productivo.

La representante del BID en México, Mercedes Aráoz, aseveró que las reformas constitucionales emprendidas el año pasado en el país (como la educativa, la energética o la de telecomunicaciones) muestran que éste va en la dirección correcta, por lo que confió que en breve se dé en el Congreso de la Unión la voluntad para alcanzar las leyes reglamentarias respectivas, pues los inversionistas extranjeros ven con buenos ojos las voluntades y los cambios, y están ansiosos por invertir.