El presidente Enrique Peña Nieto presentó el Programa Nacional de Infraestructura (PNI) 2014-2018, que prevé obras por un total de 7.7 billones de pesos provenientes de recursos públicos y privados.

De esta cifra, 6 de cada 10 pesos serán aportados por el presupuesto federal o con recursos públicos de las entidades federativas y el resto los aportará la iniciativa privada. Además, con este programa se estima que al final de la presente administración la economía nacional crezca entre 1.8 y 2 puntos porcentuales adicionales y generar, en conjunto con las reformas estructurales, unos 350 mil empleos formales adicionales al año.

‘‘La experiencia internacional es clara: a mayor y mejor infraestructura, hay más oportunidades de atraer inversiones productivas, generar empleo y mejorar el ingreso de las familias’’, dijo el presidente Peña en el acto donde firmó el decreto de dicho programa.

Ante 25 gobernadores, los integrantes de su gabinete legal y ampliado y representantes del sector empresarial, el mandatario reconoció que no obstante el esfuerzo de varias generaciones de mexicanos, la infraestructura que tiene actualmente el país ‘‘aún no es suficiente’’ para el tamaño e importancia económica de México.

Y es que a pesar de ser la décimo cuarta economía del mundo, México ocupa el lugar 64 entre 148 países, de acuerdo con el Índice Global de Competitividad, del Foro Económico Mundial. ‘‘Hoy, gran parte de la competitividad, del crecimiento económico y del bienestar social de los países, está determinado, precisamente, por la cobertura y calidad de su infraestructura’’, dijo el Presidente.

Como primer orador, de los nueve que participaron en el acto realizado en la residencia oficial de Los Pinos, el titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Luis Videgaray Caso, explicó que por primera vez el programa contempla seis sectores de la economía, donde los de salud, vivienda y turismo, se unen a los tradicionales de comunicaciones y transportes, energía, e hidráulico.

Críticas empresariales

Señaló también que por primera vez se pone énfasis especial a la región que más lo necesita: la sur-sureste, a la que se destinarán 1 billón 250 mil millones de pesos, monto que no considera la infraestructura de Petróleos Mexicanos (Pemex).

En el acto participó también el presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción, Luis Fernando Zárate Rocha, quien tras reconocer a este programa como una importante palanca de desarrollo nacional, criticó el actual marco jurídico que rige la relación entre la iniciativa privada y el gobierno. Dijo que la Ley de Obras Públicas y Servicios ‘‘no responde a las condiciones actuales ni a las exigencias que requiere la realización del Programa Nacional de Infraestructura.

En su intervención, el presidente Peña Nieto dijo que las proyecciones del programa ‘‘incorporan los efectos positivos’’ de las reformas transformadoras impulsadas, particularmente la energética, la financiera, la hacendaria y la de telecomunicaciones, además de las derivadas de la estabilidad macroeconómica y la solidez de las finanzas públicas.

De igual forma, destacó que el programa identifica con precisión las fuentes de financiamiento, públicas y privadas para cada sector y tiene también un enfoque integral, transversal y social.

Peña hizo una breve síntesis de lo que ya habían expresado en sus intervenciones los secretarios de Hacienda, Luis Videgaray; Comunicaciones, Gerardo Ruiz Esparza; Energía, Pedro Joaquín Coldwel; Medio Ambiente, Juan José Guerra Abud; Salud, Mercedes Juan López; Desarrollo Agrario, Jorge Carlos Ramírez Marín, y Turismo, Claudia Ruiz Massieu, con los montos que se destinarán a cada uno de ellos.

Lo que se busca, dijo, es contar con instalaciones de vanguardia en materia de aeropuertos, carreteras, puertos, telecomunicaciones, trenes, centrales eléctricas, complejos petroleros, gasoductos, presas, hospitales, equipamiento urbano y desarrollos turísticos, entre otras. Será un México con mayor acceso a servicios de salud, con ciudades que aseguren servicios básicos a todos sus habitantes, con renovados centros turísticos que fomenten el desarrollo regional.

‘‘Este es el México moderno, dinámico y de progreso que veo, y es el México que juntos ya estamos construyendo’’, concluyó.