no me jodan pues
a encrespada expresión que casi bramó en un acto público Marco Enríquez-Ominami, ex candidato del Partido Progresista de Chile: “...dos tercios del PIB de Chile están en manos de cinco familias... no me jodan po’...”, dijo el político con ese chilenísimo tropezón al final de la frase. Tenía como referencia el libro-bomba: El capital en el siglo XXI, del economista francés Thomas Piketty, libro-gran ola que se ha levantado ya muy alto, y continúa creciendo, libro-torbellino, libro destinado a cambiar mentalidades por miles y miles en el planeta. Libro número 1 de más venta en Amazon, la empresa de mayores ventas de libros del mundo.
Escrito en francés, hasta ahora sólo ha sido traducido al inglés. Fue saludado en estas páginas por Rolando Cordera y León García Soler, y León Bendesky le dedicó un artículo. Agrego algunas voces más que hablan de una obra de esas que aparecen quizá en momentos de cambios históricos de gran alcance.
Thomas Palley ha sido economista jefe de US-China Economic and Security Review Commission del Congreso estadunidense. En la actualidad es miembro de Schwartz Economic Growth de la New America Foundation. Palley fundó el Economics for Democratic & Open Societies Project. Fue director del Globalization Reform Project del Open Society Institute y Director Adjunto de Políticas Públicas para la Federation of Labor Organizations (AFL-CIO). Sobre Piketty escribe: su tomo de 685 páginas caracteriza definitivamente el patrón empírico de la desigualdad de ingresos y riqueza en las economías capitalistas durante los últimos 250 años, y especialmente durante los últimos 100. También documenta el aumento de la desigualdad grotesca en los últimos 40 años, y termina con un llamado a la instauración de altas tasas de impuestos marginales y un impuesto sobre el patrimonio mundial
. De la implacable desigualdad social hablamos.
Sam Tanenhaus, dice Palley, un “sobrio escritor de The Times, [ha elaborado] un largo artículo acompañado por una barra lateral colocando el libro de Piketty junto a Adam Smith, La riqueza de las naciones (1776); Thomas Malthus, Ensayo sobre el principio de la población (1798); John Stuart Mill, Principios de economía política (1848); Karl Marx, El capital (1867), y John Maynard Keynes, Teoría general del empleo, el interés y el dinero (1936) . Creo justo decir que el fenómeno no es una exageración”. Palabras que pueden parecer desmesuradas, en no mucho tiempo la obra tomará su exacto lugar.
El Nobel Paul Krugman: “En momentos en que la concentración de la riqueza y los ingresos en manos de unos pocos se ha convertido en una cuestión política central, Piketty no sólo ofrece documentación muy valiosa de lo que está sucediendo, con profundidad histórica inigualable. También ofrece lo que equivale a una teoría del campo unificado de la desigualdad, que integra el crecimiento económico, la distribución del ingreso entre el capital y el trabajo, y la distribución de la riqueza y el ingreso entre los individuos en un solo cuadro… El capital en el siglo XXI es un libro extremadamente importante en todos los frentes. Piketty ha transformado nuestro discurso económico; nunca vamos a hablar de la riqueza y la desigualdad de la misma forma en que solíamos hacerlo”.
Piketty ha construido la mayor base de datos en la materia de que se tenga memoria sobre ingresos individuales de 20 países, para el periodo referido. Depurar esa información y procesarla, y escribir un texto cuyos valores literarios también han sido celebrados, le tomó 15 años. Potente matemático desde su adolescencia, a los 22 años defendió su tesis doctoral con honores. Pero escribe: Durante demasiado tiempo los economistas han tratado de definirse a sí mismos en términos de sus métodos supuestamente científicos. De hecho, estos métodos se basan en un uso inmoderado de los modelos matemáticos, que con frecuencia no son más que una excusa para ocupar el terreno y el enmascaramiento de la vacuidad del contenido. Demasiada energía ha sido y está siendo desperdiciada en pura especulación teórica sin una especificación clara de los hechos económicos que están tratando de explicarse o de los problemas sociales y políticos que está tratando de resolverse
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Piketty ha sintetizado los procesos mencionados por Krugman, con una inecuación de desigualdad con apariencia de total y engañosa simplicidad: r > g (r mayor que g), donde r
representa la tasa media anual de rendimiento del capital (es decir, beneficios, dividendos, intereses y rentas) y g
representa la tasa de crecimiento económico. La investigación de Piketty muestra que a lo largo de la historia del capitalismo, eso ha ocurrido, y explica por qué se dio la notable excepción del periodo 1945-1970. La desigualdad es inherente al crecimiento capitalista. El Nobel Robert Solow, archiconocido por sus teorías del crecimiento, dijo de Piketty: Por lo que yo sé, nadie se había fijado en eso antes
.
Durante gran parte de la historia moderna, dice Piketty, la tasa de rendimiento del capital se ha situado entre 4 y 5 por ciento, mientras la tasa de crecimiento ha sido decididamente inferior, entre 1 y 2 por ciento.
También: el capitalismo genera automáticamente las desigualdades arbitrarias e insostenibles que socavan radicalmente los valores meritocráticos en que dicen basarse las sociedades democráticas
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Nadie puede saber en qué plazo, pero la desigualdad social no va más.