Mariana Juárez sabe que debe enfrentar a la campeona supermosca del Consejo Mundial de Boxeo (CMB). Es un mandato del organismo. Lo que no concibe es que Zulina Muñoz pueda ganar más dinero que ella, no importa que sea la monarca, pues considera que sus trayectorias son incomparables.

La Barbie recuerda que ella tiene un largo historial de rivales prestigiadas y de su propia división, mientras asegura que las adversarias de La Loba han tenido desventaja de peso.

Una campeona es la que sobresale contra las mejores de su división, para mí Zulina no lo es porque sólo ha peleado con rivales menores, y dice casi al borde del bostezo que no se inquieta por enfrentar a La Loba.

Ella necesita hacer la contienda conmigo para que le crean, porque no ha defendido el cinturón con dignidad, arremete.

La Barbie exhibe que ella es una de las boxeadoras que mayor proyección consiguieron en un deporte que era exclusivo de hombres, en el que se abrieron paso contra el machismo, y que durante años padecieron los peores sueldos del oficio.

Por todo eso, agrega, no puede ganar menos que La Loba. No voy a aceptar cobrar el 30 por ciento de la bolsa, dice con enfado. La gente lo sabe, sólo hay que preguntarle quién es ella y quién soy yo, resopla.

Desde que Zulina ganó el cetro en noviembre de 2012, Mariana opina que el título se ha devaluado por no defenderlo con rivales clasificadas, enfatiza. Vale más mi cinturón internacional que el absoluto de la divisón, y eso lo sabe el CMB, que ha ordenado que lo exponga conmigo.

Advierte que ya estoy en la parte final de mi carrera, y no permaneceré más de lo necesario, porque no quiero quedar loca ni ser escalón de ninguna joven.

Quiero irme con el orgullo de que fui parte de esa generación que abrió el camino a las peleadoras actuales y que difícilmente podrán sustituirnos, resalta.

Su promotor, Oswaldo Kuchle, anunció que habrá una pelea previa a la batalla por el título mundial. Sobre la repartición de la bolsa, ahí sí hay un escollo que se pondrá interesante.