En la iniciativa presidencial en materia de telecomunicaciones se está dejando totalmente de lado el tema de la accesibilidad de la televisión, telefonía celular e Internet para las personas con algún tipo de discapacidad, por lo que es urgente contemplar dichos aspectos y no dejarlos fuera del debate, afirmó Carlos Ríos, integrante de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas.

En entrevista, el funcionario indicó que es urgente que los prestadores de servicios de telecomunicación incluyan diversas herramientas tecnológicas para que sus mensajes puedan ser recibidos por personas sordas, ciegas o con discapacidad intelectual, pues de lo contrario estarían excluyéndolas de la posibilidad de acceder a la información y participar de la vida política del país.

Si los noticiarios no tienen herramientas para la accesibilidad de personas sordas o ciegas, entonces ellas no pueden formar su opinión y esto afecta su derecho a la participación política y al voto, por ejemplo, además de afectar su derecho a la libertad de expresión, puntualizó.

Para garantizar la accesibilidad de estos grupos, dijo el comisionado, sería necesario que las televisoras incluyeran en sus transmisiones el servicio de subtítulos y de lengua de señas para los sordos, y de esta forma cumplir con lo establecido en diversos artículos de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad.

De igual forma, las páginas de Internet, los servicios telefónicos y las producciones televisivas también tendrían que ajustar sus contenidos para hacerlos asequibles a los ciegos, e incorporar los llamados formatos de información simple para que las personas con discapacidad intelectual pueden entender los mensajes.

Hay algunos casos, enfatizó Ríos, donde es todavía más importante que la población con discapacidad pueda acceder fácilmente a las transmisiones de televisión e Internet, por ejemplo, cuando se informe de algún desastre natural, una alerta sísmica o una situación de emergencia sanitaria.

En la iniciativa que actualmente se discute hay algunos elementos que hablan sobre temas de discapacidad, pero están muy lejos de los estándares internacionales de la convención sobre discapacidad. Es necesario que los senadores estén abiertos a la discusión y escuchen argumentos razonables para incorporarlos a sus dictámenes, subrayó.