El acuerdo entre diputados y senadores de los partidos Revolucionario Institucional (PRI), Acción Nacional (PAN) y de la Revolución Democrática (PRD) tendiente a la aprobación de las reformas político-electoral, de telecomunicaciones y energética generó posturas encontradas en San Lázaro.

Mientras el coordinador priísta, Manlio Fabio Beltrones, previó que antes de julio las propuestas del presidente Enrique Peña Nieto serán aprobadas por el Congreso, Ricardo Monreal Ávila, líder de la bancada de Movimiento Ciudadano, calificó a esos tres partidos de triunvirato que sólo responde a los intereses de los poderes económicos.

El vicecoordinador del PRD, Miguel Alonso Raya, sostuvo que en la discusión de esos temas en periodos extraordinarios su partido propondrá elaborar mecanismos eficientes para fortalecer la transparencia, combatir la corrupción y acotar la influencia de grupos y empresas que pretenden preservar sus intereses y el monopolio en telecomunicaciones, así como de quienes buscan hacer jugosas ganancias con los recursos energéticos del país.

A su vez, Beltrones expresó que los coordinadores de los tres partidos con mayor representación en el Congreso resolvieron acompañarse en el resto del periodo ordinario de sesiones y recurrir, si fuera el caso, a cuantos periodos extraordinarios se ameriten obsequiárnoslos (entre la Cámara de Diputados y el Senado) el uno al otro.

Cámara de bufones

La reunión de los tres coordinadores de los partidos generó inconformidad entre legisladores federales. Ricardo Monreal reprochó con dureza ese acuerdo.

Esta práctica perniciosa debiera terminar; reclamamos esta actitud facciosa de la dictadura de los tres porque el daño que han hecho al país es enorme. El Poder Legislativo ha dejado de ser un contrapeso político para convertirse en una Cámara de bufones del Ejecutivo que no revisa, que no estudia, que no discute las leyes, y basta reunirse para sacar adelante las leyes, los decretos y las disposiciones jurídicas constitucionales que agradan a la oligarquía económica y al gobierno y obviamente agravian al pueblo.

Adelantó que ante un escenario en descomposición pugnará por un Congreso Constituyente nuevo. Éste ya no da, aunque se sustituya con reglas electorales nuevas; está agitado, está putrefacto, igual que el Poder Judicial.

Para Miguel Alonso Raya, el caso particular de la ley reglamentaria es sintomático de que la Cámara de Diputados deberá aplicar cambios a la minuta que el Senado envíe: las leyes reglamentarias de este sector se deben ajustar a lo establecido en la reforma constitucional.

Las radios públicas y comunitarias, agregó, deben contar con publicidad y, en todo caso, hay que delimitarla para que no se convierta en un negocio, pero el patrocinio es para que tengan viabilidad; no hay otra sustentabilidad sana y transparente para que puedan operar.