Culiacán, Sin., 24 de abril.

La Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) solicitó a la presidencia municipal de Culiacán que resuelva por la vía de conciliación la transgresión del derecho a la libertad de expresión que se perpetró en perjuicio de dos reporteros del diario regional El Debate.

El documento 3/2014, con categoría de prerrecomendación, fue enviado al ayuntamiento de Culiacán “con motivo de la queja presentada en contra de elementos de la policía municipal unidad preventiva, al transgredir el derecho humano a la libertad y legalidad, específicamente la libertad de expresión y sus correlativos a la información y libertad de prensa a reporteros del periódico El Debate”, se acotó en el escrito.

Este martes, durante la cobertura del caso del asesinato del particular Gerardo Díaz, quien aparentemente murió durante un enfrentamiento a balazos con agentes ministeriales, dos reporteros de ese rotativo fueron agredidos y amenazados por policías.

Las agresiones, restricciones o limitaciones en perjuicio de periodistas y comunicadores en cualquier circunstancia son condenables, no sólo porque se pone en riesgo a quienes se dedican a la comunicación, sino porque también se lesiona a todo conglomerado ciudadano al vulnerarse el derecho a la información, señaló la CEDH.

Agregó que una investigación encontró casos de uso excesivo de la fuerza por agentes de diversas corporaciones contra reporteros, obstaculización del trabajo periodístico, actos intimidatorios y privación ilegal de la libertad, entre otros ilícitos.

La CEDH apuntó que la policía municipal y el ayuntamiento de Culiacán están obligados a atender el acuerdo de conciliación que el organismo emitió y resolver el caso, ante la comprobación de que se atentó contra la libertad de expresión y prensa contra el reportero, cuya identidad fue omitida por razones de seguridad.

La Asociación de Periodistas y Comunicadores 7 de Junio exigió a las autoridades municipales y a la Procuraduría General de Justicia del Estado que investigue estas agresiones y castigue a los responsables.

Es la segunda agresión a representantes de la prensa en Culiacán en lo que va del año, luego de amenazas, golpes y destrucción de equipo de reporteros del diario Noroeste perpetrados por policías ministeriales en marzo pasado.