Dolores Huerta pide presionar a EU
Miércoles 23 de abril de 2014, p. 15
El mayor problema para los migrantes mexicanos en Estados Unidos a lo largo de la historia es el racismo; eso ha marcado una relación inequitativa en la que los empleadores estadunidenses llevan todas las ventajas
, afirma Dolores Huerta, cofundadora con César Chávez de la Unión de Trabajadores Agrícolas de América, al referir que eso explica leyes que, por ejemplo, criminalizan el color de piel o la pretendida seguridad fronteriza
, con la que el presidente Barack Obama intentó ganar el voto de los republicanos para pasar una ley migratoria.
A estas alturas Obama ya debió darse cuenta de que ni se puede cerrar la frontera ni va a conseguir los votos republicanos, aunque camine sobre las aguas. Algo debe pasar, entre otras cosas, que el gobierno de México presione más, que aproveche su posición como socio comercial y mercado consumidor de productos de Estados Unidos. No es posible que minorías como los judíos tengan más influencia en el Congreso y mayorías como la mexicana sea tan dependiente; necesita actuar más y hacerlo ya
, advirtió la mujer que desde la década de los 50 ha luchado por los derechos laborales de los campesinos mexicanos en Estados Unidos.
–¿Qué ha cambiado desde entonces?
–Que antes los migrantes provenían del norte de México; ahora vienen de Chiapas, Oaxaca y están los guatemaltecos. Muchos no hablan ni español y se les hace más fácil a los patrones explotarlos. Otra cosa que ha cambiado son los tratados comerciales. Han causado mucha de la migración hacia Estados Unidos, un ejemplo es el maíz, nativo de México y ahora resulta que México lo importa, eso es muy dañino para los campesinos mexicanos, provoca que se queden sin trabajo y los obliga a salir del país a buscar empleo.
Hace casi 70 años que como maestra, Dolores Huerta fue testigo de la desnutrición de sus alumnos y decidió que no podía ver a los niños llegar a clase con hambre y sin zapatos. Pensé que podía hacer más ayudando a organizar a los campesinos que enseñando a sus niños
. Su preocupación sigue siendo la misma: organizar a los trabajadores migrantes.
No hay nada más satisfactorio que verlos darse cuenta de que tienen capacidad para hacer cambios grandes. Pocas cosas son tan satisfactorias como ver crecer liderazgos y que esos líderes formen a otros, eso es lo que me hace seguir en esto
, dice en entrevista con La Jornada.
–Sin embargo, para los migrantes parece que las cosas se pueden poner peor. Ante esa realidad, ¿qué espera?
Que los jóvenes sigan despertando, esa es nuestra esperanza, que se sigan interesando en la política, eso, creo, va a ser la salvación del país confía la mujer que ayudó a concretar el primer plan de beneficios de salud para los trabajadores agrícolas y consiguió beneficios para los desempleados como mejores salarios, fue cofundadora del plan médico y el fondo de jubilación y la Unión de Crédito para los trabajadores agrícolas o la organización nacional de comunicaciones de los trabajadores agrícolas con cinco estaciones de radio hispanohablantes.
Pero todo eso, dice, no es suficiente, hay que seguir haciendo más
.