Los pequeños me han enseñado a ponerme las pilas, afirma; cantará en el Auditorio el 4 de mayo
Mi trabajo es una obra personal, de autor: escribo, corrijo, dirijo, lo pongo en escena, comenta en entrevista
Invita a asistir a la presentación en pijama
Promueve su más reciente disco
Miércoles 23 de abril de 2014, p. 8
El cantautor argentino Luis Pescetti visitará por primera vez el Auditorio Nacional para presentar su más reciente disco, Él empezó primero, el próximo 4 de mayo. En entrevista con La Jornada, dijo: Para mí es un honor estar ahí con el mejor público del mundo, para llenárselos con toda la raza vestida de ropa para dormir, para agregar una estrella a su puntaje de mejor recinto del mundo
, refiriéndose a que el inmueble de Paseo de la Reforma ostenta el título del mejor recinto de espectáculos en vivo y a su llamado al público a asistir en pijama para que el concierto le quede grabado toda la vida.
Luis Pescetti es músico, actor y escritor; también ha hecho comedia para adultos y niños. Trabajó en radio, televisión y teatro en Estados Unidos, España, Colombia, Chile, Brasil, Perú, Uruguay, Cuba y, sobre todo, en Argentina y México, donde se dedicó a la radio durante 14 años y continúa haciendo televisión.
A propósito de su reciente disco, Él empezó primero, señaló: “Es lo que uno escucha cuando empieza un relajo, en todos los temas y en todas las edades: en la infancia, en la vida pública, en los sindicatos o en los políticos: ‘Yo no lo hubiera hecho, pero ellos empezaron primero’, ‘yo no hubiera subido los precios, pero la competencia empezó primero’, nos dicen; así que siempre alguien empieza primero”.
Ser profesor de música tiene su encanto
Acerca del origen de su carrera, Pescetti dijo: “La neta fueron los niños. Yo era profe de música en un jardín; los niños de 4 o 5 años me dijeron que le pusiera música a un poema que ellos le habían dictado a la maestra. Me pregunté: ‘¿por qué no me dedico a hacer canciones para los niños?’ Entonces, ellos empezaron primero”.
Aunque, precisó, “ya me había dado cuenta del encanto de ser profe de música, porque trabajar para niños llena de gran vitalidad. Una frase que ya repetí muchas veces, y que es verdad es que ‘puedes hacer feliz a un adulto y quizá puedes hacer feliz a su pareja, pero haces feliz a un niño y haces feliz a toda su familia, haces feliz al mundo que lo rodea... eso es un privilegio’”.
Pescetti dijo: “Lo niños me han dado vitalidad y me han eseñado la delicadeza, bajar un cambio... yo antes en el escenario hacía muchos juegos, como el de El papá monstruo, porque cuando empecé había muchas cosas para los pequeños, pero eran muy maternales; entonces, empecé cómo jugamos los papás con los varones: a las luchitas y ese tipo de cosas. Claro, todo esto entre comillas, jamás he luchado con un niño, sino como en broma en el escenario, cuando he dicho: ‘Seguridad retire a este público’... Luego aprendí que también la dulzura tenía lugar y que había espacio para la sensibilidad... sobre todo diría que lo que me han enseñado los niños es ‘ponte pilas, porque yo estoy esperando por ti’. Así que yo me las pongo”.
Se le preguntó sobre las diferencias entre un show de televisión o hollywoodense con el que presenta. Bromeando, respondió: “En cuanto al dinero para la producción tengo igual que el de ellos... No, no es cierto no me gusta opinar o compararme con otras empresas, porque ahí seguramente hay gente que trabaja de manera bienintencionada. Lo que sí puedo asegurar es que mi trabajo es una obra personal, es de autor: escribo, corrijo, dirijo, lo pongo en escena, no hay un trabajo industrial, en el que haya un focus group o un comité de producción, es parecido a cuando escribes un cuento o una novela, no la mandas a textear o a revisar, no lo escribes, lo lanzas y a ver como te va. Mi experiencia personal no es industrial, en el sentido de la televisión, en la que participa más gente, salvo excepciones, como El Chavo, en el que Roberto Gómez Bolaños hacía todo”.
Cambiando la modulación de su voz Luis Pescetti explicó: “Los niños son como los inmigrantes, si queremos entenderlos hay que comprenderlos como inmigrantes; a ellos no le sirve que les hables de un país ideal; por ejemplo, a alguien que se gane una beca para estudiar en Dinamarca, le ayudaría poco que le hablaran de la Dinamarca, la Francia o de la Alemania ideal; lo que el inmigrante necesita son las claves reales que le sean útiles para moverse en la ciudad adonde se irá a vivir.
“Por otra parte, si todo el día al inmigrante le están machacando: ‘No te robes las toallas del hotel, conduce con prudencia, no te brinques los altos, no compres drogas, tú que vienes de Latinoamérica’, termina por decir: ‘Bájale, estás teniendo una imagen distorsionada de mí. Con los niños pasa lo mismo, todo el tiempo reciben una bienintencionada, pero permanente intención de educación y formación. Ahora, en la televisión hay mucho entretenimiento, pero está mezclado con educación; se aprovecha mientras se juega para memorizar los ríos de tal Continente; y no tienen descanso.
“Cuando uno es inmigrante necesita momentos para descansar; por ejemplo, después de estar fuera de tu país, cuando vuelves a escuchar y hablar tu lengua la cabeza descansa, sientes un alivio, eso le pasa a los niños cuando paras un rato y estás únicamemte en el juego o en la broma o en la travesura de la inmediatez sienten un alivio. Si nosotros consiguiéramos una beca a Dinamarca –ojalá y la embajada nos las dé cuando lea esta nota–, nos encontramos un día y comenzamos a platicar de cómo hice el oso en la máquina expendedora de boletos del Metro y resulta que te pasó lo mismo... eso hago con las canciones: cuento la vida cotidiana, pero no idealizada, sino con las cosas chuscas, las que pasan cotidianamente; así que los niños ríen y sienten alivio. No pasa nada, al contrario se tiene una mayor disposición para enfrentar lo que sigue. Si todo lo que haces es motivo de una sanción, comienzas a sentir presión, la cual se vuelve insoportable, no sólo para los niños o los inmigrantes, sino para cualquiera”.
Para cerrar el tema, Pescetti recordó: “Yo tenía un amigo que había tirado a Canadá, luego de manejar, volvía a su casa diriamente con unos nudos en la espalda a causa de la tensión nerviosa, porque decía: ‘No sé cuál, pero seguro había una regla de tránsito que estaba infringiendo’; a los niños les pasa lo mismo”.
Antipático tocar sólo temas nuevos
Sobre su concierto en el Auditorio el cantante dijo: Los recitales siempre tienen que incluir canciones que el público conozca; sería antipático tocar sólo temas nuevos, tocaré varias canciones que el público conoce y suele pedir. En mi Facebook puse todo el repertorio para que el público se lo aprenda
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Para tal ocasión el ex colaborador del programa infantil de Canal Once, Bizbirije, estará acompañado por Martín Telechanski (guitarras), Gabriel Spiller (batería y percusión), Martín Rur (saxo y clarinete) y Diego Pojomovsky (bajo). Afirmó: Hay un mimetismo con ellos; llevamos un tiempo tocando
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Los boletos para ver a Luis Pescetti este 4 de mayo en el Auditorio Nacional están a la venta en las taquillas del Auditorio Nacional y en al teléfono 5325- 9000 en el sistema TicketMaster.