El envío promedio en 2013 fue de 292 dólares, menor a los 350 antes de la crisis de 2008: BM
El aumento del desempleo en el sector de la construcción también impactó el flujo de dinero
Miércoles 23 de abril de 2014, p. 27
La política de deportaciones emprendida por el gobierno de Estados Unidos en contra de trabajadores migrantes se convirtió en uno de los factores que afectó el flujo de remesas a México en el último año, reportó el Banco Mundial.
Las remesas hacia México, el cuarto receptor mundial de este tipo de recursos, comenzaron a disminuir desde 2008, como resultado de la crisis que estalló en la industria inmobiliaria estadunidense, que después se trasladó al sector financiero y se convirtió en una recesión mundial. La construcción es uno de los sectores de la economía de Estados Unidos en la que más se ocupan los migrantes mexicanos, un grupo de población en los que las tasas de desempleo han superado en los últimos años a las registradas a nivel nacional en aquel país y a las que se reportan para los trabajadores hispanos.
En 2013, las remesas hacia los países de América Latina y el Caribe sumaron 61 mil millones de dólares, apenas 1.9 por ciento más que en el año previo, de acuerdo con el Banco Mundial. Con la perspectiva de una mejora en la economía estadunidense, se espera que los flujos de remesas hacia la región se recuperen durante 2014-2016 y crezcan 9 por ciento en promedio, añadió el organismo, en un estudio sobre migración y remesas publicado este mes.
Mientras las condiciones de empleo para los trabajadores migrantes están mejorando en Estados Unidos, las deportaciones, mudanzas y retornos a los países de origen han sido elevadas, lo que ha afectado los flujos de remesas hacia México
, añadió el reporte del Banco Mundial.
Con 22 mil millones de dólares en 2013, según la medición del Banco Mundial, México fue el mayor receptor en América Latina y el Caribe y el cuarto a nivel mundial, después de India (70 mil millones de dólares), China (60 mil millones) y Filipinas (25 mil millones de dólares).
Las remesas hacia México se comenzaron a recuperar en el segundo semestre de 2013, después de haber disminuido durante 13 meses consecutivos, añadió. El monto promedio por envío el año pasado fue de 292 dólares, menor al promedio de 340 a 350 dólares en los años previos a la crisis de 2008. En concordancia con la recuperación de la economía estadunidense, el flujo de remesas se ha recuperado: en el primer bimestre de 2014 aumentaron 7 por ciento, en comparación con el mismo periodo de 2013, agregó.
En el contexto del mejoramiento en las condiciones del mercado laboral en Estados Unidos, la reducción en el volumen de remesas hacia México parece desconcertante. Uno de los factores que ha contribuido a la reducción es el menor flujo de trabajadores migrantes mexicanos hacia Estados Unidos. Pocos mexicanos están tratando de cruzar la frontera desde que se han endurecido las leyes migratorias en los últimos cuatro años
, apuntó.
En Estados Unidos oficialmente la recesión económica iniciada en diciembre de 2007 concluyó en junio de 2009. Desde entonces la economía estadunidense ha mostrado una paulatina recuperación de empleos. A la fecha cerca de 50 por ciento de los más de 8 millones de empleos perdidos con la recesión se ha recuperado, de acuerdo con un estudio de BBVA Research, el área de investigación del Grupo BBVA. El grupo de trabajadores hispanos en su conjunto fue uno de los que más rápidamente recuperó los empleos perdidos. Actualmente el número de empleados de este grupo es 15 por ciento mayor que en el inicio de la recuperación económica, añadió.
Para los mexicanos, a pesar de ser hispanos, la situación ha sido diferente, expuso BBVA Research. Aún no recuperan todos los empleos perdido tras la recesión y el número de puestos que ellos ocupan era, el año pasado, inferior al de junio de 2009.