Abner Mares fue vilipendiado en redes sociales y conferencias porque decidió cancelar su combate de revancha ante Jhonny González, quien hace ocho meses con un nocaut contundente le arrebató el campeonato pluma del Consejo Mundial de Boxeo.

Por contrato, Abner tenía derecho a una revancha, pero una lesión lo impidió. Después decidió cancelar definitivamente ese combate, en medio de declaraciones que lo acusaban de cobarde y de que había inventado la molestia para no enfrentar de nuevo a un implacable Jhonny.

Eso fue lo que me hizo desistir de pelear la revancha, porque él y su equipo empezaron a presionar con una muy mala actitud, expone el tapatío, quien radica en Los Ángeles.

Los días de suspenso que siguieron a la lesión también se convirtieron en días de insistente presión por parte de Jhonny. La razón que plantea Abner es muy sencilla: González y su equipo sabían que la revancha era una opción económicamente insuperable.

Lo siento, no quiero parecer arrogante, pero yo tengo más cartel, dice sin titubear. No voy a fingir que no sabemos que yo tengo más reconocimiento en Estados Unidos y en México, por eso puedo permitirme llevar mi carrera a donde yo quiera, desafía.

No es que le falte el respeto a Jhonny –ataja–, porque no dejará de reconocerlo como el actual campeón mundial, pero también es contundente cuando refiere que en el boxeo deben aprender a reconocer el lugar en el que están parados y defenderlo.

Yo defiendo mi lugar, me lo he ganado sin favores y ante rivales muy reales, asegura.

Uno de los reclamos más firmes de Jhonny, antes de la cancelación definitiva de la revancha, es que durante ese tiempo lo tuvieron en pausa.

Nosotros no lo tuvimos parado, él podía boxear con quien quisiera mientras yo estaba en recuperación, pero no quiso, prefirió esperar porque le convenía a sus intereses, expone Abner.

Tanto que desde entonces sigue sin pelear y apenas regresará el próximo mes al boxeo.

Lo que empujó a Mares a negarse a la revancha fue el enojo por las descalificaciones –insiste– y la convicción de que para seguir con su carrera ascendente no necesita de Jhonny, quien sí lo requiere para atraer los reflectores.

Yo era el primero en desear la revancha, porque me considero mejor peleador que Jhonny, y aclara de nuevo que no quiere parecer soberbio. Fue mejor que yo la noche que me noqueó, no fue un golpe de suerte, pero yo me sé mejor boxeador y quería demostrarlo en un segundo combate, pero no así, no después de la manera en que lo exigían.