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Siguen desaparecidas 253 personas del transbordador sudcoreano

Policías cierran el paso a una marcha de familiares de víctimas del ferry que naufragó
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Lee Ju-young, ministro sudcoreano de Océanos y Pesca (centro), con familiares de los pasajeros desaparecidos en el naufragio del ferry que se dirigía de Incheon a la turística isla de Jeju. El funcionario visitó a los allegados de las víctimas en Jindo, pero éstos reaccionaron indignados por cómo las autoridades han manejado las tareas de rescate de cuerposFoto Reuters
 
Periódico La Jornada
Lunes 21 de abril de 2014, p. 28

Jindo, 20 de abril.

La policía frenó este domingo a decenas de personas que trataban de salir de la isla de Jindo, en Corea del Sur, para protestar en Seúl tras el reciente naufragio de un ferry en que murieron sus familiares. Los manifestantes querían mostrar el descontento con el manejo de la operación de rescate por las autoridades.

La mañana del domingo cerca de 200 personas, allegados de los fallecidos y desaparecidos, reanudaron una marcha de protesta desde Jindo hasta la sede de la presidencia en Seúl (420 kilómetros), pero se les impidió cruzar el puente que lleva a tierra firme y luego fueron obligados a dar marcha atrás, lo que provocó una refriega con la policía.

El balance oficial de la tragedia es hasta ahora de 58 muertos; luego de que los buzos recuperaron otros 19 cuerpos en las últimas horas de la nave sudcoreana hundida el pasado miércoles cuando se dirigía desde Incheon a la turística isla de Jeju. Se estima que 253 personas siguen desaparecidas, la mayoría adolescentes; 174 pudieron ser rescatadas apenas comenzó el naufragio.

Los cuerpos fueron depositados en tiendas de campaña en la isla de Jindo, donde parientes de los pasajeros del ferry acampan en un gimnasio desde el naufragio para tratar de identificarlos.

Familiares de las víctimas, indignados por la lentitud de las operaciones de rescate, agredían a policías. La transcripción publicada este domingo de una comunicación entre las autoridades marítimas y el ferry ilustran la indecisión reinante en el momento del naufragio.

Al igual que algunos familiares, cuyos llantos se oían desde afuera de la tienda, algunos policías que vigilaban el lugar también lloraban.

En el momento del accidente, el comandante confirmó que no estaba al mando del barco. Al timón se encontraba un miembro de la tripulación apodado Jo, de 55 años, a las órdenes de la tercera oficial, una mujer joven que nunca había navegado por ese sector difícil.

El capitán Lee Joon-seok y dos miembros de la tripulación fueron detenidos el sábado y deberán responder de las acusaciones de negligencia y fallas en cuanto a la seguridad, en violación del código marítimo.