Encabeza una célula desde los años 90
Domingo 20 de abril de 2014, p. 6
Miguel Ángel Gallegos Godoy, El Migueladas, se convirtió en los años 90 del siglo pasado en uno de los líderes de una célula criminal que opera en los municipios de La Huacana, Nuevo Urecho y Ario de Rosales, en Michoacán, vinculada a varias organizaciones criminales, aseguraron funcionarios que participan en el Gabinete de Seguridad Nacional.
Hasta enero de 2008 disputaba el control de su zona de operación con Ramiro Rubio Esquivel, quien fungió como alcalde de La Huacana de 1999 a 2001, agregaron.
Las investigaciones, señalaron los entrevistados, no lo ubican como líder de Los caballeros templarios, sino como jefe de una célula que ha operado durante más de 18 años en esa zona, y que compartía el espacio con cárteles como La familia michoana y los templarios hasta inicios de 2013.
Bajo perfil
Indicaron que Gallegos Godoy se había mantenido con un bajo perfil para las autoridades federales, pero debido a denuncias presentadas por integrantes de los grupos de autofedefensa a mediados del año pasado, trascendió su importancia en el trasiego de drogas sintéticas y producción de mariguana en Michoacán.
Su confrontación con los líderes de Los caballeros templarios, Nazario Moreno, El Chayo, y Enrique Plancarte Solís surgió a principios de 2013 por la pretensión que tenían de quitarle el control de fincas productoras de limón y aguacate, y su oposición a que los comerciantes y empresarios de su zona de operación fueran extorsionados, señalaron los entrevistados.
De acuerdo con la información obtenida, durante varios años Miguel Ángel Gallegos sostuvo confrontaciones con Ramiro Rubio Esquivel, quien fue asesinado en enero de 2008 en el municipio de Ario de Rosales dentro de una camioneta, que fue incendiada en un intento por ocultar la identidad del ex alcalde y de una persona que lo acompañaba.
Los funcionarios mencionaron que las investigaciones que se realizan en Michoacán han establecido que la ubicación geográfica del municipio de La Huacana –que limita al norte con Nuevo Urecho y Ario de Rosales, al este con Turicato, al sur con Churumuco y Arteaga, al oeste con Múgica y Apatzingán– ha sido fundamental para que Gallegos Godoy se mantenga como uno de los traficantes que opera para varias organizaciones criminales de entidades del Pacífico mexicano.